Y, porque así aconteció, así os parezca (XLI )

 

 

Escudo Ponferrada

Peregrinos hacia Compostela:”Viajar enriquece la vida y el peregrinar alimenta la fe”

Por: Felipe Martínez Álvarez

En el año del 813,el ermitaño Pelayo comunicó a  Teodomiro ,Obispo de Iria Flavia (Padrón) que había descubierto, no lejos de allí, una construcción  cuadrada de unos cuatro  metros de lado y  rodeada por una columnata y., dentro de la misma, un sepulcro.

Algunos investigadores creen que allí estaba enterrado Prisciliano, si bien  Teodomiro anunció que los restos del sepulcro  pertenecían  a Santiago Apóstol.

La Figura del Señor Santiago en España venía a  constituir un poderoso refuerzo  moral para proseguir en la lucha contra el  poderoso Islam.

Las peregrinaciones medievales estaban cargadas, en parte, de piedad y superstición, pues ésta también es capaz de motivar la conducta y hasta de  mover montañas

Los peregrinos emprendían el Camino como acercamiento a Dios, expiar sus culpas, cumplir con los votos de gratitud, así como pretender  curaciones milagrosas con el contacto o la visión de  las  sagradas .reliquias.

En el caso  de Santiago Apóstol, se creía que podía  resucitar  los muertos, curar la ceguera, la sordomudez y la gota.., por lo que sus restos se convirtieron en la reliquia más importante de Europa y, a su vez, objeto de veneración.

 

       El Camino de Santiago

 El primer peregrino europeo de importancia que se dirigió a  Santiago de Compostela fue Gotescalco, Obispo francés de Le Puy, en el año de 951,  a la vez que acompañado de una gran comitiva.

Las  cuatro cabeceras francesas recogían a los peregrinos de otras rutas que provenían  de Inglaterra, Países Bajos, Alemania e Italia, Europa del Este; Sur y Sudeste de  España por la Ruta de la Plata, Norte de África y Cercano Oriente, aprovechando las antiguas calzadas romanas que unían los distintos Caminos de Peregrinación.

Toman el Camino hacia Compostela: pobres, ricos, criminales, labriegos, omes buenos, menestrales, artesanos, pícaros, cómicos, prostitutas, juglares, trovadores, clérigos regulares y seculares, caballeros, reyes e infantes, hidalgos, gobernantes, ciegos, villanos, mancos, pudientes,  nobles, héroes,  próceres, obispos, abades; algunos peregrinos descalzos, otros sin recursos, algunos cargados con hierro por motivos de ayuda y penitencia.

Algunos, como los griegos, llevan cruces en sus manos, otros distribuyen sus bienes entre los pobres, otros traen en sus manos hierro o plomo para la obra de la Basílica del Apóstol, los hay que traen las cadenas y las esposas de hierro sobre sus hombros y de las cuales se han librado de las prisiones de los tiranos, haciendo penitencia y la intercesión del Apóstol. Santiago, y todo ello porque al principio y al término del Camino de Peregrinaje o  extranjería, la Fe ofrece arrestos  para la Espera y la Esperanza.

 

Tumba Apostol

 Los peregrinos solían  ir en grupos y su atuendo era: la calabaza para el agua colgada del báculo o bordón y la vieira ,concha o venera.

Los peregrinos, por lo  general, eran bien recibidos por la población creyendo que quien ayudaba a un peregrino, ayudada a Cristo. No obstante hubo abusos por parte de posaderos o, como dice la Pícara Justina:”llegando a ofrecer gato por liebre”, así como de los  falsos peregrinos, por lo que una de las preocupaciones de los peregrinos era: la inseguridad de los caminos, la nieve que despistaba del camino correcto, los muchos vados de los ríos que había que sortear y defenderse de las alimañas.

La vestimenta del peregrino tenía su significado, así el bordón  o cayado significaba el tercer pie, a imagen de la Trinidad; la Concha o Venera  significaba la bondad y sabiduría que el peregrino encontraría al llegar a la meta ;el zurrón ,para las provisiones, recordaba la mortificación de la carne por estar hecho de un animal muerto. Había peregrinos que emprendían el Camino desnudos y encadenados, como solía ser el caso  de los homicidas que esperaban alcanzar el perdón de sus culpas por medio de la peregrinación a Santiago.

A Santiago acuden como peregrinos los pueblos bárbaros y los que habitan en todos los climas del orbe, a saber: los francos, los normandos,los escoceses,los irlandeses, los galos, los teutones, los iberos, los gascones, los bávaros, los impíos navarros, los vascos, los godos, los provenzales, los garascos, los loreneses, los gautos, los ingleses, los bretones, los de Cornualles, los flamencos, los frisones, los alóbroges, los italianos( entre los mismos: San Francisco de Asís y San Roque), los de Apulia, los poitevinos, los aquitanos, los griegos, los armenios, los dacios, los noruegos, los rusos, los joriantos, los nubios, los partos, los rumanos,los gálatas, los efesios, los medos, los toscanos, los calabreses, los sajones, los sicilianos, los de Asia, los del Ponto, los de Bitinia, los indios, los cretenses, los de Jerusalén, los de Antioquía, los galileos, los de Sardes, los de Chipre, los húngaros, los búlgaros, los eslavones, los africanos, los persas, los alejandrinos, los egipcios, los sirios, los árabes, los colosenses, los moros, los etíopes, los filipenses, los capadocios, los corintios, los elamitas, los de Mesopotamia, los libios, los de Cirene, los de Panfilia, los de Cilicia, los judíos y las demás gentes innumerables de todas las lenguas, tribus y naciones vienen junto a él en caravanas y falanges, cumpliendo  sus votos en acción de gracias para con el Señor y llevando el premio de las alabanzas.

Los peregrinos solían tardar entre uno y dos meses en hacer el Camino a Compostela- finis terrarum-. A pesar del incremento de las obras públicas, no siempre  la ruta estaba en condiciones, pues muchas veces era menester  vadear un río, remontar un puerto que no estaba exento de peligros por pérdida de orientación o del ataque de las alimañas.

Los Monasterios ofrecían asistencia hospitalaria, las posadas particulares posibilitan comer, beber  y descansar .Los Reyes, los Nobles y la Iglesia, propiciaron el Camino con distintas obras públicas. y asistenciales.

El Camino favoreció el nacimiento de nuevas poblaciones, el intercambio cultural y económico y el trato de la población con los peregrinos.

Los peregrinos, que se parecían entre sí por la indumentaria, solían ir  en grupos y algunos habían hecho testamento antes de salir de su lugar y  otros llevaban salvoconductos para poderse identificar.

probable tumba del Apostol

 

 

“CANTA ET AMBULA.”, s.XVII y XVIII

 (Canta y Camina)

El cántico colectivo posibilita y motiva los trabajos más duros, alivia las molestias y dolores de los peregrinos y crea lazos de amistad entre los componentes del grupo.

Unos son plegarias u oraciones, otros cánticos que aluden a supuestos hechos milagrosos, otros  dejan volar la imaginación y algunos distraen por su socarronería, tal y  como  suele acontecer en la vida diaria.

Así:Nous prions la Vierge Marie / et son cher Fils, / qu’áprès avoir quitté la vie et

nos amis, / il lui plaise nous accorder a tous la grace, / qu’en paradis nous pous-

sions voir / le bienheureux Saint-Jacques.

(Rogamos a la Virgen María y a su querido Hijo que, después de haber abandonado esta vida y los amigos, le plazca concedernos la gracia de que en el paraíso podamos ver al bienaventurado Santiago).

Prions la Mere de grace / qu’elle prie son enfant / qu’au ciel puissions avoir

place / pres de Sainct-Jacques le Grand.

(Roguemos a la Madre de la gracia que ella ruegue a su Hijo que en el cielo podamos tener sitio detrás de Santiago el Grande).

Herru Sanctiagu / Got Sanctiagu, / E ultreia, e suseia, / Deus aia nos.

(¡Oh Señor Santiago! / ¡Buen Señor Santiago! / ¡Ultreia! ¡Euseia! / ¡Oh Dios, protégenos!).

 

Por doquier suenan gritos, cánticos y rezos de los peregrinos cual si fueran cruzados.Estas expresiones no sólo aparecen en el himno anterior, sino que las vemos cantadas en otras dos composiciones del Codex Calixtinus en prosa popular, y  cita: Gratulemur et laetemur (gratulémonos y alegrémonos)  y, en una de sus últimas estrofas: Cuncte gentes, lingue, tribus / iluc vunt clamantes: / sureia, ultreia. (Todos los pueblos, lenguas, tribus / acuden a él clamando: / suseia, ultreia).

escaneo 2

 

          Y, también en el himno: Ad honorem Regis summi en su última estrofa: Fiat, amen, alleluya / dicamus solemniter; / e ultreteia e suseia / decantemus iugiter.(Hágase, amén, aleluya / digamos solemnemente; / y ultreya y suseya / repitamos continuamente). Su canto  les caracterizaba: Quand nous passámes dans la ville / Nommèe Léon,/Nous chantâmes d’un air agile /Cette chanson; / Les dames sortaient des maison /Avec dècence, / Pour voir chanter nos compagnons / a la mode de France (Al pasar por la ciudad / llamada León, / cantamos ágilmente / esta canción; las mujeres salían de sus casas / decentemente, / para ver cantar a nuestros compañeros / al estilo de Francia)..

Fantásticas: Aquel  marinero que debió ser echado a la mar por su mala conducta. Pero lo encontraron vivo al llegar a Santiago, porque el Apóstol lo había llevado sano y salvo hasta su tumba.

la ciega d evuelta de Santiago

 

Despechados y defraudados algunos peregrinos en sus expectativas de sanar, después de recorrer tantas millas para llegar a la tumba  y Santuario del Apóstol, han de visitar otros Santuarios.

Refieren el caso de aquella dueña francesa que ciega vuelve de Santiago a Francia, s.XIII, y que, viéndose sorprendida por una lluvia torrencial, se ve obligada a cobijarse bajo la techumbre  de la Iglesia de Nuestra Señora de Villasirga (Norte de Palencia) y, pidiéndoselo a la Virgen recobra allí la vista.

Al reiniciar el Camino se encuentra con otros peregrinos, también ciegos, a quienes, sin dudarlo, les aconseja que, en vez de ir a la tumba del Apóstol Santiago, vayan a Nuestra Señora de Villasirga.

Pero tenemos indicios de que estos estribillos pudieran tener hasta forma litúrgica  por  lo que dice uno de estos cantos de peregrinos: De Tardojosa a Rabé, /… libera nos, Domine!

También algún que otro romance amoroso y  coreado gustosamente por todos los

peregrinos. Tal es la canción de los suspiros amorosos de una tal Pernette…

Todos engolan la voz al cantar aquello de: A chemin de Saint-Jacques / enterrez-nous tous deux./coronez Pierre de roses / .et moi de millefleurs.

Podemos imaginar la socarronería puesta a punto de un grupo de exaltados peregrinos que cantan cosas que sólo por la fuerza del grupo y de su situación se atreven a decir, de las que todos a coro, responden vociferantes:¡Libera nos, Domine!.

Así  indefinidamente durante gran trecho de camino, según las ocurrencias, chocarrerías, ironías, burlas, quejas y protestas que la imaginación ofreciera, a las que una y otra vez la turba de peregrinos respondía con tono litúrgico, en alta voz: Libera nos,Domine!

 

     Qué cantaban / A quién cantaban los peregrinos:

 

En primer lugar, cantos piadosos dedicados al Señor o a su Apóstol Santiago.

“Quien va a Santiago, pero no al Salvador-Oviedo-es como aquel que sirve a su criado, pero no a su Señor”

Otros narraban descripciones de milagros, algunos de forma dramatizada, resaltando los interlocutores, como en el canto: C’est de cinquante pélerins

O contaban las peripecias de algunos peregrinos que llegaban a tener que vender su calabaza y el bordón. Así suena :J’e vendis ma calebasse

Algunos peregrinos, de vuelta de Santiago, prevenían con sus cantos a los que iban y de lo que les podía acontecer en el Camino: Vous qui allez à Saint-Jacques…

Otros sin embargo, volvían gozosos, contentos, por encontrar de nuevo a los suyos y a sus amigos, a los que nous leur donnámes largement de bijoux de Saint-Jacques

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