Uno de cada siete jóvenes de la comunidad no estudia ni trabaja

El repunte de los 'ninis' se relaciona con el incremento de la tasa de desempleo entre las personas entre 15 y 29 años ya que el abandono escolar baja en 2020

El 14,5 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años en Castilla y León no estudia ni trabaja, tras subir dos puntos y medio en el año 2020, marcado por la pandemia del COVID, por lo que uno de cada siete jóvenes de la Comunidad es considerado ‘nini’. De esta manera, se rompe la tendencia existente desde 2014 con cinco ejercicios consecutivos de bajadas, aunque se está lejos de los máximos históricos alcanzados en 2011 (18,2 por ciento) y 2013 (18 por ciento).

El incremento de ‘ninis’ en Castilla y León, según los últimos datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional recogidos por la Agencia Ical, viene marcado tanto por la menor tasa de empleo en este tramo de edad por la crisis sanitario como por el aumento de los jóvenes que ha decidido dejar de estudiar. No en vano, la tasa de menores de 29 años que estudia o se forma (ya estén ocupados o no) bajó un punto y medio a lo largo del año pasado, al pasar del 60,2 al 58,7 por ciento. Este descenso contrasta con lo experimentado en el conjunto de España, donde ha subido 0,7 puntos con respecto a 2019, hasta el 57,3 por ciento.

Pese al incremento del porcentaje de ‘ninis’ en Castilla y León, el índice sigue siendo 2,8 puntos menos que la media nacional, donde el año pasado se situó en el 17,3, después de haber aumentado 2,4 puntos. La Comunidad sigue lejos de los territorios con menor tasa de jóvenes que no estudian ni trabajan como La Rioja (11,3 por ciento), País Vasco (12,1 por ciento) y Navarra (12,9 por ciento). Eso sí, presenta mejores cifras que las autonomías que están a la cola del listado como Canarias (23,2 por ciento), Andalucía (21,9 por ciento), Baleares (21,4 por ciento) y Extremadura (20,4 por ciento).

Además, la tasa de jóvenes ocupados en la Comunidad que no se forma bajó un punto, del 27,8 por ciento en 2019 al 26,9 por ciento en 2020, en un escenario de contracción del mercado laboral con un año marcado por los ERTEs y el cese de actividad en muchos sectores económicos durante varios meses.

Si se amplía la franja de edad hasta 34 años, el porcentaje de jóvenes que no estudia ni trabaja pasa del 13,6 al 16,1 por ciento entre los años 2019 y 2020, tras aumentar otros dos y puntos y medio. Un incremento que es inferior a la media nacional, ya que subió 2,8 puntos, hasta el 18,8 por ciento. Pese al considerable aumento, el índice está aún lejos del techo que se alcanzó en 2014 y 2015, con el 20 por ciento. Es decir, en estos años, uno de cada cinco jóvenes menores de 34 años no trabajaba pero tampoco se formaba, de cara a encontrar un empleo.

Bachillerato o FP Básica

Por otro lado, tres de cada cuatro jóvenes (76,8 por ciento) de entre 20 y 24 años en Castilla y León han alcanzado al menos el nivel de Educación Secundaria de segunda etapa (Bachillerato o Formación Profesional Básica o de Grado Medio), lo que supone diez puntos más que hace una década.

Según la ampliación de datos educativos de la Encuesta de Población Activa (EPA), Castilla y León está en la media nacional que se situó en el 75,9 por ciento, aunque por debajo de territorios como País Vasco (87,1 por ciento), Asturias (85,1 por ciento), Cantabria (84,5 por ciento), Navarra (83,4 por ciento), Madrid (82,8 por ciento) y Aragón (81,4 por ciento). Por debajo del 70 por ciento, aparecieron Andalucía (67,1 por ciento) y Baleares (65 por ciento).

Desde 2010 el porcentaje de estudiantes que han concluido al menos este nivel educativo ha subido 14,4 puntos en el conjunto del país mientras que el crecimiento es de 1,9 puntos, con respecto al año pasado. Los mayores incrementos en la última década corresponden a Cantabria (+21,2 puntos), Murcia (+19 puntos) y Valencia (+17,2 puntos).

Abandono escolar temprano

Este indicador está en correlación con el de abandono escolar temprano, ya que la tasa autonómica se situó el año pasado en el 14,3 por ciento, tras aumentar cuatro décimas en comparación a 2019. Son tres puntos menos que la media nacional. En todo caso, son datos que están lejos del 21,7 por ciento de 2012 y del 27,5 por ciento en 2011.

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