La Zuiza

Un pregonero anuncia a caballo la salida de la enseña de Clavijo

Entre disparos de trabuco y tambores, la comitiva regresó desde la plaza Santocildes hasta la Cámara de Comercio, entidad organizadora del evento

El pregonero a caballo salió este viernes desde la Cámara de Comercio e Industria de Astorga para proclamar la salida, este domingo, de la Bandera de Clavijo, una enseña que “permanece desde el siglo decimoquinto a buen recaudo en una estancia del Corregimiento, dentro de una arqueta con tres cerrojos”. El anuncio recorrió desde la plaza Mayor hasta la plaza de la Catedral y el Palacio de Gaudí para ofrecer su anuncio en la plaza del General Santocildes.

Una tarde un poco fría acompañó al reducido cortejo en su recorrido por las calles de la ciudad. Un recorrido en el que se recordó que la enseña fue entregada a Astorga para su custodia por el marqués Álvaro Pérez Osorio, “aquel Pérez Osorio nos legaba su bien más preciado: la Seña de Clavijo, símbolo, repito, de la hazaña más valerosa que narrar nadie pueda de aquellos largos siglos de singular batalla contra el arábigo infiel”.

La procesión de la Zuiza, que este año cumple su 25 aniversario, saldrá este domingo acompañada por un gran cortejo en el que no faltará la música. El desfile recorrerá las calles hasta la Catedral donde el cabildo catedralicio recibirá la enseña guardada en la arqueta y custodiada en el Ayuntamiento. La comitiva partió desde la plaza de Santocildes de regreso a la Cámara de Comercio entre disparos de trabuco y tambores.

Bando

Hago saber:

Por empeño de los gremios de la ciudad, va a salir en procesión nuestra seña o bandera de Clavijo, la cual, como bien sabéis, como preciado tesoro que es, permanece desde el siglo decimoquinto a buen recaudo en una estancia del Corregimiento, dentro de una arqueta con tres cerrojos.

Sé que estimáis este propósito de la Cámara del Comercio, de la Industria y de la Navegación, porque, astorganos todos, los que vivís en las laderas y en las llanuras, o bien en el altozano amurallado, no es asunto de embeleco ni osadía el pregonar cuán grandes fuimos en el valor y en el coraje, ora con los germánicos, después con los arábigos, hace unos lustros con los francos, así pues que ningún ajeno envidioso y cerbatana crea que es gratuita fama la que hemos merecido no solo en el Romano Imperio, sino también en los dilatados siglos del Reino Cristiano.

Es aquella venerada seña, enseña o bandera de Clavijo la que, en el siglo decimoquinto, entregó el Marqués Primero al Corregimiento de Astorga para su custodia. Y si bien los astorganos del siglo de los descubrimientos andaban quejosos porque aquel Álvaro Pérez Osorio, al decir de Pérez de Guzmán “alto de cuerpo, feo e mal guarnido”, nos dejara sin el estado libre e imponía su Señorío, a pesar de tantas cuitas y saber que era un poco truhán, aquel Pérez Osorio nos legaba su bien más preciado: la Seña de Clavijo, símbolo, repito, de la hazaña más valerosa que narrar nadie pueda de aquellos largos siglos de singular batalla contra el arábigo infiel.

Como veis, astorganos queridos, son muchas las razones que os asisten para volver a acompañar, con el recato debido, con la solemnidad necesaria,  el tránsito o procesión de la Bandera de Clavijo desde la plaza a la Catedral. Habrá un gran cortejo y no faltarán trompetas y atabales, tambores y panderos; y contemplaréis, hacedlo sin temor a quebranto alguno, a los arcabuceros de la Zuiza, que dispararán salvas como morteros.

Acudid, queridos astorganos, acudid este domingo a la Zuiza provistos de grandes cirios para que vuestra llama sea tan intensa como el sol, reluzca como cía láctea la Catedral y se aprecien las efigies de los sesenta mil maravedises que los canónigos reibirán como tributo debido.

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