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El presidente de la Seiasa (Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias), Alejandro Alonso Núñez, visitó este jueves la sede de Ferduero en Hospital de Órbigo para reunirse con las trece comunidades de regantes asociadas que han aprobado en fechas recientes la modernización de sus regadíos. Se trata de la primera visita del presidente para ver lo ejecutado en la zona del Páramo y escuchar a las comunidades interesadas en el «imparable» proceso de la modernización de regadíos.
La zona del Páramo tiene en la actualidad dos proyectos comprometidos uno de 26 millones y otro de 24 millones, en este momento «la obra aprobada». «El planteamiento es firmar los convenios en los próximos días con el gobierno de Castilla y León, con el que mantenemos un convenio de colaboración ejemplar en todo el territorio nacional. Me comprometí con la delegada del Gobierno para aprobar los convenios de actuación con el Ministerio de Agricultura para firmar los dos convenios del Páramo», explicó Alonso Núñez.
Seiasa en la provincia de León ha ejecutado 16 obras, 39.300 hectáreas y 186 millones de inversión, «es con diferencia la provincia de Castilla y León donde la modernización de regadíos ha tenido una mayor presencia». De cara al futuro hay comprometidas las dos obras más importantes en los sectores VII y VIII del Páramo Bajo, por 26 millones de euros (sin IVA) y la modernización del Canal del Páramo por 25 millones de euros (más IVA).
«Todas las comunidades de regantes que han sometido a votación en los últimos meses la modernización de los regadíos lo han hecho a favor, excepto una. La gente se va dando cuenta de las ventajas de la modernización. Hay más comunidades con ganas de modernizarse, pero no son los agricultores los que votan sino los propietarios de las fincas, muchos de ellos, por desgracia para el sector, no viven de la agricultura. Sacar adelante la modernización en esas comunidades es harto difícil», apuntó Ángel González Quintanilla, presidente de la Asociación Ferduero
En Castilla y León Seiasa ha ejecutado proyectos por más de 500 millones de euros y más de 60 actuaciones. Alonso explicó que quedan dos obras por aprobar, que se espera que salgan en el consejo de noviembre de Seiasa. «Antes de que finalice el año, Seiasa podrá afirmar que va a ejecutar sus compromisos en Castilla y León y en plazo», sentenció Alejandro Alonso.
Además de mantener una toma de contacto con los dirigentes de dichas Entidades, explicó a las comunidades de regantes presentes las líneas a seguir, así como las actuaciones previstas a corto plazo. «El futuro lo va a marcar dos condiciones. Por un lado la voluntad de los regantes para modernizar sus regadíos, que son quienes tienen que aceptar el proyecto de modernización. Una vez aceptado, queda el tema presupuestario, el Ministerio de Agricultura dota a Seiasa de capital para poder abordar estas inversiones que se ejecutarán dependiendo de las peticiones». La decisión de seleccionar una obra u otra corresponde al Ministerio de Agricultura, competencia en esta materia.
Estos señores vienen por nuestros bienes, no a solucionar nuestros problemas. En primer lugar, para llevar a cabo el proyecto que pretenden, el ministerio de agricultura les exige que se efectúe una nueva RECONCENTRACIÓN PARCELARIA Y ORDENACIÓN RURAL, esto conlleva «la pérdida de al menos un 5% del terreno en propiedad»los gastos de las obras, que por su naturaleza y envergadura son muy costosos,aunque financie LA JUNTA parte del proyecto en su conjunto. Todos estos gastos los tienen que asumir los propietarios. Por desgracia en León el campo está en manos de minifundistas con escasos recursos, y sin la firma de los propietarios NO se puede llevar a cabo el proyecto que plantean estos señores. Reforma agraria es lo que necesita provincia, la mayoría de los propietarios no tienen 2 (dos) hectáreas y además no las trabaja, que las tiene arrendadas a precios ridículos (en el mejor de los casos 400 euros la hectárea). Yo propongo una fórmula que creo puede ser viable: Indemnizar a los propietarios el justiprecio de sus tierras y dárselas a los jóvenes agricultores a pagar en plazo de tiempo que la administración considere prudencial. de esta manera se ha conseguido «la tierra para quien la trabaja y los beneficios de la modernización de los regadios es para ellos»