Astorga vive este Martes Santo una de las procesiones más multitudinarias de la ciudad. Las cofradías, arcofradía y hermandades salieron a la calle en una tradición que recorre la ciudad y en la que, afortunadamente y a diferencia del pasado año, el tiempo acompañó.
Es uno de los días más grandes de la Semana Santa astorgana, dado que todas las cofradías de la bimilenaria salen desde sus cabildos portando las imágenes representativas hasta llegar a la Catedral donde se celebra el ejercicio del Vía Crucis. La novedad de este año ha sido la presencia de San Juanín, que con motivo de su 200 aniversario, salió de manera extraordinaria desde Puerta de Rey para procesionar.
La plaza Mayor estaba abarrotada de gente, que esperaba con emoción la congregación. El primero en salir fue El Cristo del Amor y del Perdón desde Rectivía, tras él la Farola y San Juanín desde Puerta de Rey, y más tarde el resto.
Pasadas las 19.30 horas, comenzó la procesión hacia la Catedral. San Juanín y La Farola de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad abrieron la marcha acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Nazareno y Soledad.
El toque de campana anuncia la llegada de la Cofradía de la Santa Vera Cruz y Confalón, pujando por Jesús Flagelado (Ecce-Homo) que llegó desde la iglesia parroquial de Piedralba la noche del Domingo de Ramos.
Tras ellos, les siguió la Hermandad de la Santa Cena y las Catorce Farolas del Viacrucis de la Hermandad de Caballeros del Silencio. Cada una de ellas representa las estaciones de la Pasión de Cristo. Farolas que, durante el viacrucis de la Catedral, se encienden una a una en simbolismo de la Semana Santa astorgana.
La Virgen de la Piedad salió desde el Santuario de Nuestra Señora de Fátima para seguir la estela del Cristo de Las Palmas.
La Cofradía del Bendito Cristo de los Afligidos de San Andrés cerró la procesión de las cofradías de Martes Santo a su llegada a la Catedral.
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