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Un bando dictado por el alcalde sorprendía a los vecinos del consistorio de la vega del Tuerto a primera hora de la mañana del martes. El alcalde, tras recibir el aviso de la Unidad Veterinaria de La Bañeza, alertó a los vecinos, quienes aseguran «no haber notado nada».
Realizadas las analíticas correspondientes, los altos niveles de nitratos presentes en el agua la convierten en no apta para el consumo humano «hasta nuevo aviso».
Como medida, el regidor, David Fuertes, dotó a cada persona empadronada en alguna de las cuatro localidades de dos garrafas de cinco litros de agua.
El alcalde, además, aseguraba desconocer el origen del problema, aunque intuyen que se debe acumulación de los nitratos tras las riadas del pasado mes de diciembre. «Estamos a la espera de la contra-analítica, que llegará hoy o mañana, para poder restablecer el servicio, aunque creo que haya vuelto a la normalidad», explicaba el alcalde, a la par que transmitía un mensaje de tranquilidad «solo estamos siguiendo el protocolo porque los niveles eran un poco superiores a lo establecido».
San Félix, por su mayor cercanía al río, es la población que mayor índice de nitratos presenta. En total, alrededor de 400 personas no podrán beber ni cocinar con el agua del grifo, situación ya vivida en la zona en ocasiones previas.
