Plataforma Ciudadana de Astorga por la Igualdad y Contra la Violencia

En 2017 cincuenta mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, algunos casos siguen en investigación por lo que la cifra puede aumentar. Varias habían denunciado a su agresor, habían hecho todo lo que se supone que tenían que hacer para que la sociedad las protegiese y no consiguieron salvar su vida. En tan solo una semana, la última del año, hubo tres asesinatos.

Imaginemos por un momento que en este país, y en plena celebración de unas fiestas tan señaladas como la Nochebuena o la Navidad, hubieran sido asesinados tres policías, tres taxistas, tres sanitarios, o tres militares… La sociedad estaría alarmada, tomaría conciencia del problema y las autoridades mostrarían de inmediato su apoyo al sector afectado… Pero las mujeres no somos un sector, no somos un colectivo que se pueda identificar. Solo somos algo más de la mitad de la población. Y ya se sabe que ser mujer es vivir al borde del riesgo.

Si eres mujer, a lo largo de tu vida te pasarán algunas, o todas estas cosas: te tocarán sin tu consentimiento o contra tu voluntad, te seguirán por la calle, se arrimarán a ti sin tú quererlo, sentirás miedo al volver a casa, te intimidarán con palabras, gestos o sonidos, te harán sentir mal por tu forma de vestir o de actuar, te acusarán de ser una imprudente por intentar ejercer tu libertad. Sentirás que corres peligro, que tu cuerpo es un campo de batalla al que debes proteger, que por ser mujer tienes el riesgo de que te quieten hasta la vida, como le pasó a Diana Quer cuando volvía a casa. Acabando 2017 nos hemos enterado que la ha matado la violencia machista.

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas reflejaba que  solo el 0,8% de las personas encuestadas pensaba que la violencia contra las mujeres estaba entre los tres mayores problemas del país. Así pues la sociedad no tiene conciencia del problema, y en vez de estar al lado de las víctimas, muchas veces, con sus actitudes, disculpa a los agresores.

Aquí mismo, en la plaza Mayor de Astorga, ha habido una concentración a favor de tres hombres presuntamente implicados en agresiones a una menor, se han exhibido pancartas reclamando su presunción de inocencia,  presentándolos como víctimas por ser “presuntos inocentes”, y de paso a  las niña- mujer como culpable,  por ser “presunta víctima”. Sorprende que esta crítica a las actuaciones judiciales “contra los hombres” sólo se haga cuando hablamos de violencia contra las mujeres por motivos de género, pues la sociedad no dice nada cuando detienen a un terrorista o un narcotraficante, por supuesto todos ellos tan presuntos como los futbolistas apoyados.

Mientras la sociedad no practique la igualdad, no esté del lado de las víctimas y contra el machismo, como un verdadero problema equiparable al terrorismo, no acabaremos con la violencia de género.

Plataforma Ciudadana de Astorga por la Igualdad y Contra la Violencia plataformaciv@gmail.com