Oh, la Saeta, el cantar al Bendito Cristo de los Afligidos

Una de las cofradías que más devoción arrastra hacia su Cristo, la del barrio de San Andrés, abre su Cabildo para que todos los lectores conozcan un poco más su caminar

Quien no ha estado presente en la entrada al Atrio de la Catedral del Titular de la Cofradía del Bendito Cristo de los Afligidos no puede decir que ha visto la Semana Santa de Astorga. No le ha deslumbrado el sol de la mañana del Viernes Santo reflejado en la piedra de las torres. Tampoco le han regalado los oídos los acordes de «La Saeta» de Serrat, con permiso de Antonio Machado. Y ni mucho menos ha podido descubrir a «ese Jesús del Madero», «siempre con sangre en las manos, siempre por desenclavar»

Una devoción que se cuela Postigo arriba

Luis Alberto García de la Fuente, Hermano Mayor de la Cofradía lo tiene claro. Cuando el Bendito Cristo sale del Cabildo y enfila la cuesta que lo llevará al centro de la ciudad, el barrio de San Andrés se vacía. «Pero no sólo el barrio, toda la ciudad; tenemos algo más de 1.300 hermanos -comenta- de los cuales lógicamente no todos son de la Parroquia, y la mitad de ellos son del centro». No sólo es una procesión de barrio, Astorga entera acompaña al Bendito Cristo. Y bien cierto es. La del «barrio de San Andrés» es una de esas procesiones en las que la devoción llena las calles con hileras de fieles tras la imagen del Crucificado.

Iglesia de San Andrés, sede canónica de la Cofradía./PG

Con la Semana Santa a punto, Luis Alberto, abre las puertas de un Cabildo que se prepara para sus días Mayores. En cuanto el Cristo termina su caminar por Astorga y acaba la procesión del Viernes Santo, en la cabeza del Hermano Mayor ya está fraguándose la próxima Semana Santa. Durante el año la junta se reúne varias veces y ahora que se acerca «la fecha» suelen encontrarse semanalmente. Se ultiman detalles, compras, elaborando el cartel de la Cofradía para este año, y un gran misterio, elegir las flores que lucirá el Cristo sobre su trono.

Secreto de Hermano Mayor

Ni siquiera los cofrades, ni los braceros, ni el resto de la Junta Directiva pueden saber qué adornos florales ornarán los pies del Cristo. Es tarea del Hermano Mayor, pensar, elegir y transmitir a los floristas el diseño que ha imaginado en su cabeza. «Sabes lo que a los cofrades les gusta más o menos y con esas referencias te haces una idea de lo que puede satisfacer». Los floristas que trabajan en la elaboración del manto sobre el trono suelen estar en torno a siete horas hasta dejarlo listo. El Viernes por la mañana, cuando se abren las puertas del Cabildo se descubre la sorpresa. No es raro escuchar a la gente en las calles comentar «qué flores traerá este año el Cristo».

Secretos a parte, la Cofradía está presente durante todo el año sobre todo en la vida parroquial. Nunca faltan cuando fallece algún hermano acompañándolo y ofreciendo una misa en la Iglesia de San Andrés (sede canónica de la Cofradía) en su memoria. Asimismo, participan en la Fiesta de la Divina Pastora, Fiesta Sacramental, en las fiestas de otras Cofradías y en los actos institucionales a los que son invitados. Los días previos al 14 de septiembre con motivo de la Exaltación de la Santa Cruz, se celebra un Triduo en honor al Bendito Cristo y la posterior fiesta de la Cofradía.

Ajuar procesional de estreno

Propiedad de la Cofradía, es ya todo un nuevo conjunto compuesto por Cruz Alzada, Ciriales, Naveta, Incensario y un juego de cetros para la Junta Directiva. Todo ello encargado a un orfebre andaluz. «La Cruz era de la parroquia, el incensario se había quedado viejo…» Con estas nuevas adquisiciones la Cofradía sigue sumando patrimonio a su inventario.

Es un buen momento el que viven los hermanos del Bendito Cristo. Un significativo número de cofrades, cabildo en propiedad y con las cuentas saneadas que permiten ir incorporando bienes, así como el mantenimiento y reparación de los ya existentes.

Fruto de este buen momento, nace un singular acto que ya lleva recorriendo las calles de Astorga desde el año 2009. El Pregón a caballo del Sermón de las Siete Palabras.

Noticias al trote

La idea de organizar un Pregón al estilo de ciudades como Valladolid, o León llevaba tiempo rondando la cabeza de Luis Alberto, siendo un cofrade más que asistía a las asambleas. «Cuando entré en la Junta Directiva como secretario, propuse esta idea al Hermano mayor. De ahí se lo transmitimos al señor Obispo, al delegado de Liturgia que nos orientó y nos aconsejó; y finalmente a la Junta Pro Fomento. Así nace ese nuevo acto con nuestras propias características y singularidades».

Son el Hermano Mayor y el Secretario los encargados de tomar las riendas de las monturas para pregonar por diferentes puntos significativos de la ciudad la inminente llegada de las últimas palabras de Jesús en la Cruz. Se sale un día antes de nuestra procesión principal -apunta Luis Alberto- para invitar a todas las instituciones, civiles, militares, eclesiásticas de Astorga a acompañar al Cristo en su salida del Viernes.

El pregón comienza en la parroquia, como anuncio a la feligresía del barrio; en la puerta del Convento de las Madres Redentoristas se invita a los religiosos y religiosas y personas de vida consagrada a unirse a través de la oración al sermón; en la Casa Elsa, sede de la Junta Pro Fomento, se avisa a la Permanente de la Junta; en el Monumento al Cofrade se invita a todas las Cofradías, Hermandades y Archicofradías penitenciales, además de la Cofradía de San Antonio, la Hermandad de las Cinco Llagas y a la Cofradía de Piedralba; en la puerta principal de La Catedral, al Cabildo Catedralicio; en la puerta del Seminario al Señor Obispo y a los Rectores del Seminario; finalmente en la puerta del Ayuntamiento, a las autoridades civiles y militares y a toda la ciudad.

La voz del Secretario es la que en cada parada recita el Pregón. Texto que cada año es escrito por una persona diferente. Esta edición ha tenido el honor de redactar el Pregón el periodista y escritor Don Adolfo Alonso Ares.

Lo que el Bendito Cristo disponga

El orgullo de la Cofradía lo transmite Luis Alberto a través de las palabras del fallecido Consilario don José, «éstos niños hoy aquí presentes son el futuro de la Cofradía». Palabras que terminada la procesión del Viernes, «Pepe» decía emocionado cuando veía que nuevas generaciones seguían con devoción al Bendito Cristo. Cantera viva que mantiene y mantendrá la continuidad de la Cofradía en los años venideros.

Cuando el Hermano Mayor se plantea qué necesitan en la Cofradía, o qué desearían contesta educadamente: «vas a permitir que me ponga espiritual, pero voy a decir que lo que el Bendito Cristo considere Oportuno». Nos ha puesto a prueba con momentos difíciles, pero sus mandatos responderán a algún motivo. Él sabrá por dónde llevarnos…

Cofradía de barrio fundada por obreros de barrio

En torno a la devoción por la talla del Bendito Cristo de los Afligidos (S. XVII y de difícil atribución), en el año 1943, un guardia municipal, un par de labradores, un albañil, un tintorero y otros obreros de la parroquia consiguen que las túnicas negras, con capuchón y cordones granates de los 92 primeros cofrades -con una cuota de 5 pesetas anuales-, salieran en ordenada procesión, arrastrando al barrio entero y realzando la Semana Santa astorgana. (Estatutos fundacionales de la Cofradía).

Es en ese año de 1943 cuando el Bendito Cristo sale por primera vez en procesión por Astorga. Con el discurrir de los años, la devoción a la figura del Crucificado no hizo más que acrecentar el número de hermanos cofrades. Hasta los más de 1.300 actuales. Junto a la imagen titular, en el año 1983, se elaboran trece grandes cruces que son portadas al brazo por hermanos, y que junto con el propio Cristo conforman las 14 estaciones del Vía Crucis. Años después pasarían a ser 12 cruces, con la incorporación de un nuevo paso, «La Cruz del Sudario» portado por braceras.

A día de hoy, con Luis Alberto García como Hermano Mayor, la cofradía disfruta de los buenos momentos y del crecimiento que desde aquel año de 1943 no ha dejado de existir. Sólo una cosa mantiene firme y unida a la Cofradía, a la parroquia, al barrio y a la ciudad, «la fe y la devoción por el Bendito Cristo de los Afligidos».

«Dijo una voz popular:

¿quién me presta una escalera

para subir al Madero

para quitarle los clavos

a Jesús el Nazareno»

 

 

 

 

 

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