No es esta una legislatura de fácil gestión; a la pandemia, no del todo superada, se ha sumado una guerra, de la que no se aventura su final, con consecuencias dramáticas para los ucranianos, invadidos; y, colateralmente, con grandes perjuicios para la economía y las relaciones internacionales.
En su momento daremos cuenta, en cuanto afecta a las competencias municipales, de dónde partimos, hace tres años, y adónde habremos llegado; y contrastaremos lo ejecutado con el pasado municipal inmediato. Considero como más importante el dedicarse a la gestión, que no a la propaganda (excesiva, y de alto costo, en este ayuntamiento, con anterioridad). Hoy, les he de manifestar que existen dificultades, más de las que eran habituales, hasta llegar a ver iniciarse las obras, beneficiosas para el municipio, trátese de sus infraestructuras, turismo, patrimonio… Como fue nuestro compromiso hace tres años, uno de los objetivos era finalizar las dotaciones que en mi último periodo de alcaldía, anterior, de 2007 a 2011, quedaron en ejecución, y no se hallaban culminadas, llegadas las elecciones pasadas, estas de 2019. Entre ellas, las que a continuación se comentan: el interior del pabellón deportivo de Rectivía, el edificio de servicios sociales, la casa de los Panero, el eje monumental en su último tramo…
En la actualidad, se encuentran en su última fase de ejecución el interior pabellón deportivo de Rectivía, el colindante y esencial edificio (para las necesidades municipales presentes y futuras) de servicios sociales, y la casona de los Panero (no la posterior, también de la finca, en Alcalde Pineda, que se va a derribar no tardando). Las primeras, financiadas con recursos municipales en su última fase, mientras que la de los Panero, como se ha venido haciendo durante su larga ejecución, fundamentalmente, con subvenciones que, año tras año, hemos ido consiguiendo.
A las obras anteriores, se suman estos días otras relevantes, cuya licitación figura en la Plataforma del Sector Público (lugar estatal obligatorio de contratación); de no surgir imprevistos, se llevarán a cabo en los meses últimos de este año y primeros del siguiente. Una de ellas, cuya memoria inicial fue redactada por la anterior Corporación, es el bautizado como mirador de la Vega, sito en la muralla, lindante con el nuevo edificio de la policía local. Supondrá una mejora importante para el entorno (también se finaliza la parte posterior del edificio del Gullón). La empresa que va a ejecutarlo es Construcciones Villanueva Valdeorras SL, por un total de 150.887 euros, costeados con recursos municipales. Es en esta parte oriental del recinto histórico, donde habremos conseguido, y destinado, la mayor inversión en esta legislatura, pues a esta obra del mirador, se añadirá, salvo imprevistos, la contratación de la finalización, próximamente, del edificio de la policía local, y los 2 millones conseguidos del Gobierno de la nación para la reconstrucción (la más importante desde antiguos tiempos) del paño lindante con la harinera de la Brecha.
Junto al mirador de la Vega se ha adjudicado la primera fase de la principal fábrica del oeste español conservada (de las industrias relativas a harinas, chocolate, fideos…), desde fines del siglo XIX: la harinera, primero de Gómez Murias y después de Benito Herrero. Como me ha sucedido con otras dotaciones, hoy día con resultado beneficioso (la urbanización de calles y plazas en el centro histórico, el patrimonio romano, el museo del chocolate…) no faltan contrincantes que, aun habiendo conseguido ejecutarlas con subvenciones, las descalifican y utilizan como ariete político. Es el caso de esta importante fábrica, cuyo abandono ha sido patente. Urge su consolidación en sus techumbres, en las que, por lo demás, es obligatorio el retirar la cubrición de uralita; aparte de otras intervenciones, como la propia carpintería, para ajustarla, como edificio público, a la legislación vigente. Surgió un problema, como está ocurriendo con tantas obras públicas, pues desde la redacción del proyecto de intervención a su concesión ha habido un alza de precios considerable, viéndonos obligados a reducir las unidades de obra para que no quedase sin concurrencia en la licitación. Afortunadamente, confiamos en que pronto la Diputación nos libere una segunda subvención, que nos permitiría abrir al público la parte baja. La primera fase, por un importe de 262.786,87 euros, la ejecutará la empresa a ROFERLO S.L; financiada en el 80 % de su costo por la institución provincial, el 20 % por el Ayuntamiento.
Si bien tanto el mirador de la Vega como la harinera cuentan ya con las empresas que en los próximos meses han de ejecutar los proyectos objeto de contrato, una tercera obra, importante y de considerable cuantía se encuentra en periodo de licitación: la urbanización, con nuevas redes de agua y colector, del último tramo del eje monumental (iniciado en Puerta Sol), es decir, la calle Mérida Pérez hasta el final del parque del Aljibe, con un tratamiento similar al ya existente y colindante. Incluye este tramo el ábside catedralicio, más la sacristía, archivo y Alijibe; supondrá, con la iluminación prevista, una mejora estética sustancial. Como en las anteriores actuaciones, desde Puerta Sol ha sido mi empeño el conseguir subvenciones públicas (que otorgan para este fin y no para destinarlo a lo que a uno se le ocurra); de nuevo, la Junta de Castilla y León, ha hecho una aportación importante, de 465.000 euros. El presupuesto total es de 599.999.13 euros, el Ayuntamiento aporta el 22, 5 %.
Otras obras se hallan en este momento en ejecución, y resta el recibir y gestionar unas cuantas, asimismo con subvención para ellas conseguida, que atañen a la mejora de infraestructuras, equipamiento, patrimonio…; de ellas se irá dando cuenta. No es esta labor de cuatro días últimos, sino fruto de la gestión del gobierno municipal integrado, hasta recientes fechas, por los siete ediles socialistas y los dos de Izquierda Unida.
Juan José Alonso Perandones, alcalde