Marino Amaya, escultor astorgano

Marino Amaya con Amigo, picassa

La obra de Marino Amaya nos acompaña en la ciudad, pues la Inmaculada de la plaza Obispo Marcelo, la que se encuentra dentro de un claustro del Seminario, la escultura de Leopoldo Panero, una terracota, “Niña con cántaro”, que está posada en una estantería de la Biblioteca, y tres obras más que se hallan en el Palacio de Gaudí, son creación suya.

Marino Amaya fue un niño pobre, que nació en 1928 al lado de la iglesia de Puerta de Rey, de padre ayudante de fogonero (de aquellas máquinas de vapor de la Vía del Oeste, la que iba de Astorga a Plasencia); su temprana muerte hizo que volviera de Medina del Campo a Astorga; finalmente, después de penalidades logra “triunfar” con sus esculturas en España, Europa, América, Arabia… Sus últimos años son una peripecia de abstracción, de alejamiento en una parcela de Ojén (Málaga) con sus perros y sus visiones. Falleció el pasado tres de noviembre de 2014.

La obra de Amaya que disfrutamos en Astorga es, podemos decir, la más clásica, con temas que, bien sea por encargo o por donación suya, están seleccionados para no incomodar a parte de la sociedad astorgana de otro tiempo. Así, por ejemplo, llaman la atención las primeras esculturas que elige para una exposición en el ayuntamiento en 1954, cuando ha obtenido sus primeros triunfos con desnudos; o que a la hora de donar obra para la planta última del Palacio de Gaudí no entregue ninguna muestra de su época más vanguardista, la cual, a mi parecer, es la más interesante (esas siluetas en bronce sin devastar, de músicos, mendigos, personajes desolados…, y que se encuentran en EEUU o en varios países de Europa).
Para dar a conocer qué hizo posible el que nuestra ciudad cuente actualmente con siete obras de este escultor y con qué actos celebraron los astorganos la colocación de algunas de ellas, he publicado en el periódico local, El Faro Astorgano, cuatro artículos. Quizás sean de contenido excesivo para la pantalla, pero si alguien está interesado puede elegir aquel que más le interese: o bien una visión de su obra y el papel de Pilar Sánchez, la esposa que lo acompañó en los actos de nuestra ciudad, o seleccionar el texto correspondiente a algunas de sus creaciones concretas. Esa es la razón por la que reproduzco aquí los cuatro artículos. Por otra parte, aporto una relación de toda su obra en Astorga; y una mínima selección del resto, la que me parece puede ejemplificar sus grandes temas: los niños, la maternidad, las artes, la desolación…

Marino Amaya, foto para 2Marino Amaya, Inmac_ plaza del Sem, picassaMarino Amaya_ Inma semina_ picassa

Marino Amaya, monum_ al maestro_ picassa
OBRA DE MARINO AMAYA EN ASTORGA: INMACULADAS (EN LA PLAZA DEL SEMINARIO Y EN UN CLAUSTRO DEL MISMO), ESTATUA LEOPOLDO PANERO, TERRACOTA «NIÑA CON CÁNTARO». EN EL PALACIO DE GAUDÍ: ESCULTURA DE BRONCE, «REPOSO», Y DOS CUADROS.

Panero estatua, picassa

Amaya, reposo para y 4marino amaya cuadro color picassaMarino Amaya flautista, picassaMarino Amaya ballet, picassaMarino Amaya, pintura negra en picassa

OBRAS DE MARINO AMAYA EN EL PALACIO DE GAUDÍ, PLANTA ÚLTIMA

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SELECCIÓN DE OBRAS DE MARINO AMAYA QUE SE ENCUENTRAN EN DIVERSOS PAÍSES, EXTRAÍDAS DEL CATÁLOGO, GRÁFICAS MARTE, 1982. FOTOS: BORGA

Marino Amaya matermnidad moderna, picassaMarino Amaya, Cristo, picassa Marino Amaya, sin hogar picassa

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