Marcos Blanco volverá a La Eragudina, volverá para ser uno de los motores en la medular del nuevo proyecto verde. Y lo hará sólo un año después de abandonar el Atlético Astorga. El experimentado mediocentro leonés no entraba en los planes de Álvaro García. No niega “que fue un palo no seguir compitiendo en Segunda B”, una categoría que disfrutó poco, pero de una forma intensa. “Después, al firmar por La Virgen, me centré exclusivamente en mi nuevo equipo y en dar lo mejor de mí, pero en Astorga dejé amigos con los que siempre estuve en contacto, más aún sabiendo que estaban sufriendo mucho en lo deportivo, pero sabemos que el fútbol es así”.
De cara al próximo curso, Marquitos tenía decidido “aparcar mi vida deportiva para disponer de más tiempo para preparar una oposición, pero al recibir la llamada personal de Sagrario, hablar del porqué de mi marcha y analizar el pasado, el presente y el futuro… llegamos a un acuerdo”. Aunque destaca que el conocer “a la perfección lo que es el Atlético Astorga, volver a disfrutar de amigos y de un proyecto que parece interesante” también ayudó mucho a tomar la decisión.
El grupo octavo de la Tercera División “va a estar lleno de gallos. Está claro que hay que ir poco a poco y esperar a que la competición ponga a cada uno en su sitio, pero por lo visto este año, si el grado de exigencia es alto y se consigue hacer un buen grupo, hay muchas posibilidades de estar entre los mejores”.
“Todavía no he tenido tiempo de hablar con el Paulino. Mi contratación la quería llevar Sagrario personalmente, pero sé que fue de los primeros nombres que Paulino puso sobre la mesa, y eso es muy importante, la verdad”, concluía un satisfecho Marcos.
