Luchamos contra la violencia de género ¿jugando al mus?

Leo en cierta prensa astorgana, con tremendo estupor por mi parte, que este año el 54º campeonato de mus cívico-militar de Astorga se celebra contra la violencia de género. Y digo que leo con estupor porque la noticia continúa diciendo que los fondos recaudados con las inscripciones y la “Mesa Cero” serán donados al finalizar el torneo a una ONG con arraigo en la ciudad. Y asombrada repaso el perfil asociativo de nuestro municipio buscando cuál puede ser esa ONG (que no simple asociación, porque no todas llegan a la categoría de tales) sin encontrar ninguna trabajando en esta área con suficiente arraigo, como no sea una de las de siempre, de esas que cubren todos los campos de acción social y a las que tan habitualmente recurre este ayuntamiento para hacer sus deberes, sin que en Astorga se destaquen precisamente en la lucha contra dicha violencia de género.

Después miro la foto y veo en la misma a los organizadores del evento junto a una nutrida representación del equipo de gobierno municipal (3 x 3) y me pregunto de dónde ha surgido realmente tan peregrina propuesta y qué buscan unos y otros con un gesto del que no se nos cuenta nada más en el texto que acompaña la noticia. Y nos queda, me queda, la duda de si verdaderamente  “es un tema con el que están comprometidos todos desde la organización”  o si aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid – como reza el dicho – es ésta una pose que queda muy bien ahora que un año más se acerca el 25 de noviembre, Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la Mujer, más conocido como Día contra la Violencia de Género. Vuelvo a mirar la foto y veo al máximo representante de una ciudad que ha tomado la decisión de no dejar que desde el Consistorio se anuncien estos reiterados asesinatos (porque es un edificio BIC y luce mal); al que le ha costado un número considerable de intentos llegar a leer cada pleno, ordinario y  bimensual, la lista de asesinadas que yo misma he tenido que asumir pasarle, nombrándolas como tales, como asesinadas y no muertas, con las especificaciones que se adjuntan en cada circunstancia; que al frente de su equipo de gobierno ha votado en contra de todas y cada una de las medidas que se pedían para apoyar la lucha efectiva contra esta lacra con peregrinos argumentos.  Veo a una concejala de Servicios Sociales que se conforma con migajas en estas reivindicaciones que no son solo de mujeres, que deberían ser de toda la sociedad; que propone acciones sin contar con quienes verdaderamente llevan años trabajando en esta dura y lenta tarea que es la de concienciar a una sociedad que se empeña a mirar hacia otro lado; que traga por cubrir el expediente con gestos vacíos de verdadero significado en esta lucha.  Veo, en fin, seis rostros que nunca han tenido el gesto de acercarse unos minutos a cualquiera de las  concentraciones que cada martes se hace, desde la protesta ciudadana, en la Plaza Mayor de Astorga para gritar ante la sociedad la injusticia de tales asesinatos y la lacra social que supone, lacra considerada por la ONU como una pandemia mundial de cuyas consecuencia  nadie, nadie, estamos a salvo, sea de una u otra manera. Ni siquiera en ninguno de los tres martes posteriores a la publicación de la noticia  de este campeonato en que, desgraciadamente, hemos vuelto a concentrarnos.

Y a mí me gustaría decir como mujer que soy, como profesional formada como agente de igualdad en base a unas convicciones que llevo defendiendo desde niña, y ahora también como concejala de un partido histórico (el PSOE) que es el único que verdaderamente ha dado pasos en este país por conseguir una igualdad efectiva entre mujeres y hombres, que estos gestos no son creíbles, que hay que implicarse un poco más, desde el respeto a todas y cada una de las mujeres (en la misma manera y medida en que lo son los hombres), desde la educación, desde la denuncia.

Desde el día en que se anunció a bombo y platillo una decisión que sinceramente no entendemos que tiene que ver y de qué manera con el compromiso en la lucha contra la violencia de género se han sucedido tres convocatorias de martes en la que ninguno de estos rostros ni miembro alguno de los once que conforman el equipo de gobierno municipal han compartido esta convocatoria popular. Desgraciadamente el próximo martes habremos de asistir a una más en la que nos gustaría ver a alguno de ustedes si ese compromiso del que tanto alardean es real. Por otro lado, para el día 25 de noviembre, desde la Coordinadora 8 de marzo se ha solicitado al Alcalde que se permita colgar la pancarta en la que se indica el número de asesinadas de este año en uno de los balcones del Ayuntamiento. Espero que, aunque solo sea como la excepción que confirma la regla, la misma se produzca por fin lo mismo que se han sucedido otras excepciones a lo largo de esta legislatura una vez anunciada la restrictiva medida para anunciar distintos eventos desde el Consistorio. Creo que las 43 mujeres oficialmente asesinadas por violencia de género, más las que no entran en dicha estadística pero sí en nuestro cómputo, son razón de suficiente peso como para hacer dicha excepción.

Y una cosa más, les pediría que no trivialicen con este tema. Los asesinatos a los que nos enfrentamos son solo la punta del iceberg de un problema que comienza en la educación, en la falta de respeto, en el abuso de poder, en el uso del lenguaje y en las formas en que este se utiliza, entre otros muchos aspectos.

Sin querer menospreciar su propuesta me gustaría recordarles que el problema de la violencia de género es lo suficientemente grave para que no todo valga en la lucha por su erradicación. Aprendan a creer en la importancia efectiva de los pequeños gestos, compártanlos desde el corazón  y entonces, verdaderamente, estarán dando un paso adelante en dicha lucha. La sociedad al completo se lo agradecerá.

 

  Mercedes Glez. Rojo

Agente de Igualdad

Concejala del PSOE en el Ayto. de Astorga.

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Un comentario en “Luchamos contra la violencia de género ¿jugando al mus?

  1. Desde luego hay que ser muy ruin y miserable para poner en duda las buenas intenciones de los organizadores de esta iniciativa. Lo mismo que querer capitalizar un problema social de una manera tan maniquea, o conmigo o sin mi parece que no cabe otra. Nunca en los muchos comentarios que he escrito en este medio me he rebajado a la descalificación rozando el insulto, pero en esta ocasión me parece de sobra justificado. No trivializar dice… menos mal porque te has lucido.

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