La Banda de cornetas y tambores Nazareno y soledad de Astorga celebró este sábado sobre el escenario del Teatro Gullón de la ciudad el concierto con motivo de su décimo aniversario. Un concierto en el que no faltaron los recuerdos, las emociones y, por supuesto, la música cofrade. La Banda arrancó interpretando el Stabat Mater en homenaje al obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, fallecido este miércoles.
“Cerramos un ciclo de diez años de ilusión, la de unos pocos que un día decidieron probar suerte y a la que se han ido sumando los casi 80 músicos que forman hoy en día la Banda. Muy pocos auguraban futuro a esta agrupación y aquí estamos diez años después”, comenzó el acto Alejandro Fernández Álvarez, uno de los promotores de la banda de cornetas y tambores del barrio de Puerta de Rey y ligada a la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad.
Alejandro recordó aquellos primeros momentos, los primeros ensayos, la primera vez que probaron los instrumentos y recordó a todas aquellas personas que estuvieron y que ya no están, así como a quienes iniciaron la “aventura” y siguen estando. El concierto estuvo dividido en tres partes y la banda contó con las colaboraciones de Javier Velázquez Marcos a la guitarra y Yolanda García, trompetista de la formación al piano. Entre las obras interpretadas esta velada, la Banda escogió algunas piezas propias de la Banda de Conetas y Tambores Presentación al Pueblo (Dos Hermanas) de Sevilla y la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario de Cádiz dirigidos por Pablo Fernández Álvarez.
La velada siguió con más recuerdos de la “gran evolución” vivida por la formación cofrade, no solo en cantidad de músicos sino también de material y musicalidad. “Nuestra banda nació con el objetivo de engrandecer la Semana Santa astorgana y nuestra meta siempre ha sido tocar el mayor número de días posibles, objetivo que ahora vemos cumplido”, señaló Alejandro agradeciendo a las Cofradías astorganas que cuentan con la banda Nazareno y Soledad durante la Semana de Pasión. La segunda parte estuvo dedicada a todos los seres queridos que ya no están y el tercer tramo a todas las personas que rodean a la formación.
Además hubo entrega de recuerdos de parte de la banda a los solistas invitados y los músicos agradecieron el trabajo de Alejandro y Pablo Fernández Álvarez.
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