El acto estuvo presidido por la subdelegada del Gobierno en León, Teresa Mata, el coordinador del ILC, Adolfo A. Ares, la poeta Carmen Martínez y por M.ª Camino Ochoa Fuertes, acompañada por los patronos de la fundación, Eugenio Santos y Alejandro Valderas. En esta ocasión, los niños y jóvenes habían trabajado sobre la amistad, los valores, el respeto a la familia y la bondad.
Antes de dar paso al contenido del acto, el conservador de los museos textiles de Val de San Lorenzo, Miguel Ángel Cordero, se refirió a la figura y obra de Conrado Blanco. Muy emocionado por la amistad y el agradecimiento hacia él, recordó cómo el cronista oficial de La Bañeza quiso asentar las bases de esta cita anual de poesía infantil y juvenil.
Comenzó la cita con la presentación de las publicaciones Corazón de Canela y del noveno número de la revista de literatura infantil y juvenil Charín. Su directora fue jugando con los niños, participando estos en las preguntas sobre el porqué de las portadas de las publicaciones.
Acto seguido, los invitados tomaron la palabra, recitándo poemas escritos por ellos mismos. Fue el caso de Teresa Mata, Adolfo A. Ares, Carmen Martínez y M.ª Camino Ochoa Fuertes.
A continuación, y antes de dar paso a los niños con sus poesías, tomaron la palabra Alejandro Valderas y Eugenio Santos, los cuales apostaron por continuar realizando esta jornada que tanta ilusión le hacía al fundador y presidente, Conrado Blanco.
Unos veinte niños participaron con sus lecturas, copando un protagonismo especial en el acto. Por segundo año consecutivo presentaron trabajos creados por ellos mismos.
M.ª Camino Ochoa manifestó que “la semilla sembrada por las ocho ediciones anteriores va dando sus frutos y los niños leyeron con mucha soltura trabajos muy bien desarrollados”.
Antes de finalizar el acto con la bendición y el canto de villancicos por parte del párroco de Val de San Lorenzo, Manuel Movilla, la concejala de cultura, M.ª Antonia Luengo, recitó un texto sobre el nacimiento, terminando por recordar en el mismo a los vecinos que lo han hecho posible con sus donaciones y cesiones, Dionisio Cordero, Antonia Centeno y Ángel Cuesta, algo muy especial y significativo con el Val de San Lorenzo.
Los obsequios de los niños a los invitados y el reparto de las publicaciones de la fundación por parte de los patronos a los propios niños dieron paso a la foto de familia que, año tras año, cierra un acto muy especial y lleno de recuerdo, cariño y amistad.