Semana Santa 2019

La lluvia no impide que San Juanín corra para avisar a la Virgen de la llegada del Nazareno

El agua pilló la procesión de Viernes Santo de la Real Cofradía de Puerta de Rey en la plaza Mayor que a pesar del tiempo no perdió su cita con Astorga

El cielo acompañó esta mañana de Viernes Santo la salida de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Las previsiones no eran muy positivas para la salida que da lugar al Encuentro, pero la lluvia no dio tregua, al final en Astorga. Pasaban unos minutos de las 8,45 de la mañana cuando se abrieron las puertas del Cabildo para dar paso a la procesión que subió por la cuesta hasta el centro de la ciudad. Antes de salir el párroco bendijo el nuevo trono y atuendo de La Verónica a puerta cerrada.

La comitiva de la hermandad de Puerta de Rey abriendo el paso la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía de las Tres Caídas de Jesús Nazareno de San Andrés del Rabanedo. El paso que abre la procesión es la talla de 1853 Lágrimas de San Pedro. Le siguen el paso la Flagelación de Cristo, la Coronación de Espinas, el de Pilatos Presenta a Jesús al Pueblo y el Enclavamiento que mostraron los momentos de la Pasión ante la inminente llegada de la talla de 1815 Camino del Calvario, Jesús Nazareno.

El punto clave, que congregó a centenares de personas en la plaza de España, fue la ‘carrera de San Juanín’. Poco antes, la lluvia hizo que los pasos tuvieran que ser cubiertos con los plásticos para que no se dañasen las imágenes. La talla de San Juan Evangelista, portada por cuatro nazarenos, corrió como cada año por la plaza Mayor para avisar a la Virgen María de la llegada de Cristo portando la Cruz. Los espectadores rompieron en aplausos ante este característico acto que otorga a la Semana Santa astorgana de un elemento diferenciador. El público acompañó en silencio la emoción del encuentro entre la Virgen Dolorosa y Jesús Nazareno y vieron como braceros y braceras alzaron ambos pasos al cielo para madre e hijo casi pudieran casi tocarse. La Banda de Cornetas y Tambores Nazareno y Soledad, que este año celebra su 10º aniversario, acompañó al paso titular de la cofradía de Puerta de Rey, como llevan haciendo los últimos diez años.

Ante el retroceso de la Virgen llegó el paso de La Verónica para enjugar las lágrimas del Cristo cuyo rostro quedará para la posteridad en el pañuelo que porta esta talla del siglo XVII. Este año, la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Soledad ha renovado el trono de La Verónica, uno de los que faltaban por mejorar en la Cofradía y además cambiaron la vestimenta de la talla. Al no ser una Virgen, consideran que no puede ir vestida como una y por tanto han cambiado sus ropajes por un vestido de hebrea en tonos rosa y azul.

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