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El director de orquesta José Luis Temes ofreció el pasado jueves en el salón de plenos municipal una charla titulada ‘Mis amables mañanas con don Evaristo’, organizada por el Centro de Estudios Astorganos Marcelo Macías. En su conferencia, el músico refirió su relación con el compositor astorgano y rememoró algunas de las mañanas en las que salían ambos a pasear por el madrileño barrio de Moratalaz.
Temes tenía mucho aprecio a Evaristo Fernández Blanco y recuerda con nostalgia y orgullo su relación con el compositor, pues han pasado ya 25 años desde su muerte y aún entonces llevaba una década retirado. José Luis Temes es descendiente de bercianos y su abuelo era astorgano, por lo que se siente ligado a la zona. En esta ocasión hemos podido hablar con él sobre música y sobre un proyecto que presentará en el Teatro Gullón el próximo mes de abril (después de Semana Santa) en el que ha grabado una película con la obra sinfónica Obertura dramática de Evaristo Fernández Blanco.
«Agradezco sinceramente a todos los astorganos por la invitación y me alegro de que Astorga por fin esté mostrando el entusiasmo por Evaristo Fernández Blanco. Cuando hace más de 20 años llegué a Astorga para intentar mover el tema solo encontré desinterés en general. Afortunadamente las cosas han cambiado y es un orgullo saber que es un objetivo ciudadano y municipal el dar a conocer al compositor», expresó el director José Luis Temes quien, además, pidió que se renombre una calle o una plaza de Astorga en homenaje al músico astorgano.
¿Qué cosas compartía con Evaristo Fernández Blanco?
Diría que la característica principal es que es un personaje con una sensación de frustración, de tristeza, terrible. Es un hombre al que casi todo le salió mal, eso es cierto, también vivió una generación en la que como él decía, y es una frase muy lúcida, antes era demasiado joven y ahora es demasiado viejo. Probablemente es esa generación del 27 que quedó entre medias, entre dos generaciones. Tenía una visión muy trágica de la vida, aunque también tenía un cierto sentido del humor.
¿Qué ha supuesto Evaristo Fernández Blanco para la música?
Es un hombre que no deja estela ninguna. Vivió recluido en una ciudad apartada de casi todo centro cultural, como podría ser la Astorga de su infancia. Después se diluyó en el Berlín de entreguerras y regresó a un Madrid donde casi nadie le hizo caso. No es hombre que haya dejado un legado puesto que tampoco se dedicó a dar clase como para que le recuerden sus alumnos o haya creado escuela.
Tiene en marcha un proyecto que se va a presentar dentro de poco…
Hace algo má de dos años me aventuré a crear una serie de películas a partir de música sinfónica española desconocida, grandes obras orquestales españolas muy poco o nada conocidas dirigidas por mí con orquestas españolas. Esta es la sexta que montamos y he elegido la que creo que es sin duda su obra maestra, la Obertura dramática. Es una película con una serie de imágenes aplicadas a una pieza música. Cada uno de ellos va precedida de unos minutos que se centran en la vida del personaje. Esta película de Evaristo Fernández Blanco está rodada en su natal Astorga. Una vez comienza la música, ya no hay imágenes de estilo documental, suena exclusivamente la pieza sinfónica con imágenes que la apoyan.
Primero se presentará en el Teatro Real de Madrid y luego en Astorga, el 22 de abril en el Teatro Gullón. El título de la película es Caín y Abel. Es una composición sobre la guerra que al final evoluciona hacia un rayo de esperanza enorme. La obertura termina con mucha luminosidad y don Evaristo quería reflejar esa dualidad que nos asombra cada día del ser humano que es capaz de las mayores salvajadas y la mejor excelencia. Es ese Caín y Abel que llevamos todos dentro, algunos más de uno que de otro (risas).
¿Qué imágenes apoyan a la Obertura dramática?
Tiene un punto de partida absolutamente concreto como es la Batalla del Ebro de la Guerra Civil española. Evaristo Fernández Blanco es un hombre que vive la Batalla del Ebro en primera línea de fuego la que puede que haya sido la más cruel de la guerra española. Expresa después su amargura y compone escondido en una bodega en el municipio de Viascón (Pontevedra) de donde era natural su mujer Sara Fernández y le esconde la familia de ella. Allí metido en la bodega compone la Obertura dramática que no se estrenaría hasta más de 40 años después.
Yo no llegué a dirigirla en su estreno, aunque sí he trabajado mucho con ella. La dirigió otro leonés: Odón Alonso.
Ha hecho carrera en la música y aunque estudiaste piano, nunca consideraste ser buen alumno.
Estudié con Ana Guijarro y es maravillosa, siempre he dicho que nunca ha habido una profesora más avergonzada de su alumno y un alumno más orgulloso de su profesora. Estudié la licenciatura de Percusión porque pertenezco a esa generación que nos interesábamos muchísimo por la música contemporánea. Pero en los años 70 en Madrid, y en España en general, era muy difícil estar al tanto y estudiar las novedades musicales. La única manera de estudiarlos era entrando en percusión, pero nunca quise ser percusionista. Apenas me dediqué a la percusión.
¿Es difícil el camino a seguir para convertirse en director de orquesta?
Sí, mucho. Lo es desde el punto de vista de los estudios y también por la supervivencia en esta España nuestra que ha pegado un bajón en su vida musical desde hace 18 años, aproximadamente. Es muy difícil navegar en estas aguas, sobre todo cuando uno está empezando. España dio un inmenso avance musicalmente hablando desde finales de los 80 hasta los 2000. El retroceso desde entonces continúa. Para la gente que intenta abrirse en este momento un hueco, es prácticamente imposible. En este panorama pesimista dejo fuera la enseñanza que ha ido en un camino muy diferente. Estamos viviendo de las rentas de lo que se hizo hace 20-30 años en lo que se refiere a repertorios, auditorios, orquestas…
¿Por qué cree que ha habido este retroceso?
Esta pregunta nos llevaría lejos. En general prefiero hablar de música que de política musical, pero es algo sobre lo que hay que hablar puesto que estamos todos metidos en este mundo en el que hay que sobrevivir. Puede que haya sucedido porque los recursos musicales se han puesto en manos de gente que sabe muy poquito sobre esto. Mientras que hubo toda una generación de gente muy preparada que tomó el timón de lo que había que hacer en España y no tiene que ver, salvo gloriosas excepciones, con lo que ha pasado en los últimos años.
