El matemático y escritor astorgano José del Río Sánchez ha concedido una entrevista a Astorga Digital para hablar un poco más a fondo de sus libros, su amor por la bimilenaria o de sus próximas publicaciones.
Una de las cosas que, a primera vista, sorprende de sus libros es la cantidad de géneros literarios que abarca, ¿a qué se debe esto?
Bueno, la poesía es un género de juventud, es el primero que surge porque parece que en esa etapa los sentimientos están un poco más vivos y así empecé mi andadura en el mundo de la escritura con este género. Luego, parece que la inspiración decrece con el paso del tiempo y me decanté más por la prosa, en este caso, la narrativa me atrajo bastante y escribí un libro de cuentos que se titula ‘Cuando tu paraíso no está en Google’. Casi simultáneamente, mientras escribía esos cuentos, también estaba leyendo muchas novelas y observaba que los novelistas introducían en sus obras muchas referencias a las matemáticas, y así elaboré un montón de fichas y escribí un ensayo en el que la literatura no está exenta, pero que tiene más carácter de ensayo que se titula ‘También los novelistas saben matemáticas’.
Podríamos decir que las matemáticas forman parte de su literatura
Sí. He escrito libros de didáctica de las matemáticas, algunos dirigidos a alumnos y otros a profesores. En algún momento, mientras mi vida profesional se desarrollaba mi cabeza escribía cosas más literarias y mis manos escribían cosas de matemáticas. Nunca he podido desligar las dos cosas.
¿Cuál ha sido su último libro?
El ultimo fue ‘Cuando tu paraíso no está en Google‘, que consta de doce relatos: seis se llaman contemporáneos y los otros seis, históricos. Me forcé a mi mismo a buscar entornos diversos, y uno de ello por ejemplo está ambientado en Astorga, a comienzos de siglo. En los entornos históricos también aparece Salamanca, Venecia o Francia, sin embargo los contemporáneos no tienen una ambientación concreta, pero lo que los une es el protagonista, que ha perdido el paraíso en el que vivía y se plantea como recuperarlo, y no es tan fácil recuperar un paraíso simplemente pinchando en el ordenador.
¿Astorga ha sido una de tus inspiraciones a la hora de escribir?
Astorga es la ciudad en la que viví, estudié y además tengo familia. Pero Astorga se presta mucho a ser recreada en la ficción. La ciudad siempre está ahí porque las imágenes de la infancia perduran aunque el tiempo cambie.
Y en esta etapa de su vida, ¿qué está escribiendo?
Ahora, con el reposo de los años lo que estoy escribiendo son una especie de notas, apuntes, un dietario, en el que voy volcando mis pensamientos, lectura, reflexiones y es algo más tranquilo, porque cuando uno se jubila parece que el tiempo corre de otra manera.
¿Cómo ve usted la literatura leonesa actualmente?
Considero que es una literatura contundente, y además valoro que siempre han llevado el nombre de León fuera de contorno de la región y la provincia. Esto es bueno porque no hay que mirarse mucho el ombligo, sino que hay que intentar que lo local se difunda en lo nacional y, si se pudiera, en lo internacional.
Cada vez se lee menos y parece que cualquiera puede ser escritor, ¿le quita esto las ganas de escribir?
Me quita las ganas de escribir, entre comillas, los buenos libros que todavía se venden y se publican porque uno no entiende que pinta al lado de estos libros tan buenos, que hacen avanzar la literatura. Y sin embargo, cuando caen en mis manos libros que no tienen tanta calidad en la página 30 lo abandono, antes me quedaba mala conciencia pero ahora ya no.