La empresa adjudicataria del Mirador de la Vega y restauración de su muralla tiene encomendada la cubrición, con idénticas placas a las existentes, de la parte posterior del Teatro Gullón, muy visible desde la parte oriental de la ciudad. Toda la parte, descubierta, se debe a que, con posterioridad a la rehabilitación del Teatro, fue derruida la casa particular, adosada al mismo.
Una verdadera vergüenza el que se construyera el teatro Gullón encima de la propia muralla astorgana. Patrimonio lo permitió y consintió una aberración.
Al igual que la muralla de los Padres Redentoristas, hoy convertido en parte en hotel, enfoscada con cemento como así mismo un antiguo frontón en ese mismo espacio.