Iguales

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Y respiro antes de contestar a la cantidad de mentiras que se escuchan a diario y que criminalizan el feminismo. Así una y otra vez. Porque me ofende en lo más profundo como persona pero la respuesta siempre debe ser desde el respeto, aunque la otra parte no muestre el más mínimo hacia ti. Soy mujer. Soy feminista. Y tú, seas del sexo que seas también deberías serlo. Porque el feminismo busca la igualdad entre hombres y mujeres.

Hasta que esa igualdad sea real, mal que le pese a una parte importante y machista de la sociedad que cree o ha sido educada de acuerdo a la supremacía masculina, se deben implementar medidas de discriminación positiva para con las mujeres. Por eso se legisla a favor de la mujer en materia de violencia de género porque nos matan, en igualdad salarial porque cobramos menos, en bajas laborales por maternidad y paternidad porque el cuidado y educación de los hijos debería ser, al igual que las labores domésticas, algo correlativo en una pareja sin tener en cuenta el género. Del mismo modo que se lleva haciendo durante años con las personas con diferentes capacidades físicas o psíquicas y nadie se lleva las manos a la cabeza.

Es miércoles y lo digo, igual que lo decía ayer y que lo diré el viernes 8 de marzo, Día de la Mujer. Aunque si puedo ese día lo haré todavía más alto porque hay que acabar con la falsa teoría de que las mujeres perseguimos y castigamos al género masculino. No es así. Queremos lo que es nuestro. Queremos ser iguales. No más. Iguales. Y tenemos que salir a la calle para reivindicarlo hasta que lo consigamos.