Errores, acuerdos y enredos

Los garrafales errores en el recuento electoral del pasado 26M en la capital leonesa están provocando una enorme incertidumbre política y personal. Partiendo de que son errores humanos y de que todo el mundo se puede equivocar, no es de recibo que en este siglo XXI, hiperdominado por la tecnología, no haya sistemas de control eficaces que detecten y eviten estas anomalías. Estos errores ponen en duda la reputación de muchas personas y generan dudas sobre el sistema. Este tipo de culebrones  no hacen nada más que enredar -dios mío, verbo prohibido- a personas e instituciones.

Dado que la Alcaldía de León depende de un puñado de votos y de un recuento, cuya independencia y credibilidad ha entrado en un bucle de descrédito, la solución no parece fácil. Ninguno de los partidos políticos involucrados, PSOE, PP, VOX, UPL, principalmente, van a ceder posiciones, pase lo que pase y se llegue hasta donde se haya de llegar. A tramontanos  no nos gana nadie. Se adivina una solución que no va a contentar a todos y que pasará a la historia local como una auténtica chapuza. El alcalde que al final se imponga iniciará su mandato bajo la sombra de la duda y con un borrón de esos que no se quita ni con lejía.

Sea como fuera, no queda más que esperar. Primero a la decisión de la Junta Electoral Central y, luego, a los tribunales. Todo un culebrón de verano.

La situación política de la capital leonesa contrasta con la de otros lugares de la provincia. Como, por ejemplo, Ponferrada, donde el PSOE, partido más votado en las elecciones del domingo, ha hecho los deberes y con prontitud, sigilo y eficacia ha cerrado un acuerdo de gobierno con Podemos y CB. Bien. Este acuerdo da estabilidad desde el inicio al nuevo equipo de gobierno, quien tiene tiempo para definir estrategias, reparto de responsabilidades y la aplicación de las primeras medidas.

O en San Andrés del Rabanedo, donde el PP ha reconocido sin ambages el triunfo del PSOE y han acordado dejar que gobierne la lista más votada, la socialista. Se agradece esta altura de miras y una generosidad tan poco corriente en los tiempos que corren. Y, sobre todo, en un Ayuntamiento tan enredadamente –oh, uf, otra vez- castigado en los últimos años, que bien merece tranquilidad, estabilidad, sosiego y medidas a medio y largo plazo que coloquen a San Andrés en el lugar político que le corresponde, que, no se olvide, es el tercer municipio de la provincia. Diálogo y consenso es lo que ha ofrecido la candidata socialista a la Alcaldía y desde el PP le han respondido con un amplio margen de confianza. Un buen inicio. Generalmente cuando estas delicadas cuestiones andan en manos de mujeres suelen terminar bien.

Y por encima de la provincia, los ojos se detienen en la gobernabilidad de la Junta de Castilla y León. El PSOE fue el partido más votado y el PP obtuvo los peores resultados de su historia, lo que convierte a los desconcertantes de Ciudadanos en bisagra. Ay, y ayer la ejecutiva nacional de Ciudadanos acordó por unanimidad dar prioridad a los pactos con el PP. Pues blanco y en botella. La marea derechista está a punto de rebasar Navacerrada. Sólo cabe el milagro de que los enredos –jo, otra vez,- de VOX con los presupuestos andaluces termine por beneficiar al PSOE de Castilla y León. Ya se verá.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Print Friendly, PDF & Email