En busca de un sueño

Los equipos de baloncesto astorganos disputan la liga provincial frente a jugadores, en algunos casos, hasta cuatro años mayores

Se conocen desde que tenían 6 años. Algunos querían jugar a fútbol, otros alcanzaron este deporte gracias a una fortuita casualidad. Hoy forman parte de los dos equipos cadetes federados que tiene la ciudad de Astorga. Disputan la temporada en la liga provincial y debutaron la pasada jornada con resultados que les sorprendieron incluso a ellos. El equipo femenino cuenta con tan solo 9 jugadoras mientras que el equipo masculino tiene 11 chicos. “Tenemos una desventaja en cuanto al número de jugadores, algunos equipos de León pueden escoger entre 80, por lo que hay mucho trabajo detrás de estas chicas y chicos”, subraya Jorge Múgica.

Jorge lleva entrenando estos dos equipos seis años, el año pasado, en vista del potencial de los equipos, decidió presentarles en la liga provincial. “Tenemos que trabajar el doble que otros equipos y a mí me gusta exigir mucho, si lo hacemos bien en el deporte federado es porque ellos rinden el campo”. No quiere regalarles demasiados cumplidos para que no se les suba a la cabeza, pero se nota el orgullo cuando habla de ambos equipos.

Cada equipo entrena al menos cuatro horas a la semana repartidas en dos días. Me invitan a los entrenamientos. A pesar de los gritos del míster, parece que se lo pasan realmente bien. “Poder compartir con ellas es maravilloso. El baloncesto te enseña compañerismo y aunque pierdas te lo pasas muy bien. Es un equipo que se ha consolidado desde que éramos pequeñas, llevamos 11 años juntas”, cuenta Stephany Barona. Junto a sus compañeras y amigas Paula Ramos y Tania Rodríguez charlan un rato con el permiso del entrenador. El pasado año jugaban en una categoría inferior a la que les tocaba, este año están convencidas de que pueden dejar alto el pabellón deportivo de la ciudad.

Unión en la cancha y fuera

Durante los entrenamientos, Jorge Múgica les exige mucho, “ahora trabajamos mucha defensa con las chicas y con los niños ataques a zona, pues es el primer año en esta categoría y nos va a costar. El baloncesto es una partida de ajedrez entre entrenadores. Quiero meterles más conocimientos de jugadas tácticas y lecturas de espacios para ganar lo más posible”. Su objetivo para la temporada es “hacer un buen papel”, que no “se desesperen cuando jueguen contra equipos tres y cuatro años mayores para dar el máximo”.

El buen rollo también lo trasladan fuera de la cancha. “Los grupos están muy unidos. En los viajes te lo pasas muy bien, son muy salaos, tienen personalidades afines y se llevan bien. Comparten muchas horas, van juntos al conservatorio a la escuela de idiomas… Además, procuramos hacer al año un par de meriendas”, recuerda Jorge.

El entrenador recuerda una anécdota “muy graciosa” para los chavales pero que a él no le hizo “tanta gracia”. “Al final de temporada pasada, me engancharon entre todos y con una garrafa llena de agua congelada me la echaron por encima. Acabé cogiendo un pequeño catarro gracias a ellos. Pero en los viajes salen mil aventuras. Me lo paso muy bien con ellos”, rememora.

Uno de los objetivos de Jorge es que se lo pasen muy bien hasta que terminen el instituto, momento en el que se separarán para estudiar en la universidad y cuando vuelvan a juntarse recuerden “con cariño” sus años jugando baloncesto.

Vida más allá del baloncesto

Les apena pensar en lo que va a pasar cuando se acabe el equipo y tengan que volar por su cuenta. El próximo año algunas de ellas pasan a una nueva categoría y las demás tienen que quedarse en la actual. “Cada categoría corresponde a dos años. En el caso de los equipos femeninos se fusionan los juveniles con los equipos senior y en Astorga tendría cuatro jugadoras juveniles y cinco jugadoras cadetes, que podrían jugar contra equipos hasta 10 años mayores. El salto es muy grande y el problema puede ser ese. Pero al final siempre se arregla”, explica Múgica.

El entrenador tiene claro que el deporte es importante, pero que tanto los jugadores como jugadoras tienen que tener aficiones, actividades extraescolares e intereses más allá del baloncesto. No van a salir Pau Gasol o Michael Jordan, me gusta que estudien y que tengan formación en diferentes cosas. El deporte es fundamental para la formación de las personas, por lo que trato de flexibilizar los horarios para que puedan realizar más cosas”, añade el entrenador.

Este sábado el equipo cadete masculino juega en casa. El pabellón ‘Felipe Miñambres’ acoge el encuentro frente al bañezano Talleres Bernardo Santos a partir de las 16,15 horas. “No hemos empezado mal, teniendo en cuenta que jugamos contra equipos mayores, creo que jugamos como un equipo y lo hacemos bien”, evalúa Javi Fernández. “Va a ser una temporada difícil, pero estoy seguro de que ganaremos algún partido”, añade Pablo de las Heras. Seguir a estos dos equipos durante la presente temporada va a ser toda una gozada.

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