El Servicio Universitario del Trabajo (SUT), una gran labor muy poco conocida

En los años del Franquismo tuvo lugar un   fenómeno ( o como se le quiera llamar), que en mi opinión fue muy curioso y sobre el que sin embargo se ha escrito muy poco. Tan poco que yo creo haber intentado en alguna ocasión buscar datos en la Red y nada hallé;…hasta que hace pocas semanas y de modo casual encontré una pista que me llevó al conocimiento de la existencia del SUT. El SUT, no fue ningún tipo de sindicato si no algo muy distinto. En base a lo que veo en la Red y también los datos que me facilita la Asociación de Amigos del SUT y en concreto Emilio Criado Herrero en su nombre; entiendo que una correcta definición del SUT es la que se recoge en “Wikipedia” y que de modo resumido expongo. Fue una  iniciativa que pretendía facilitar una aproximación entre los estudiantes ( de niveles de enseñanza más alta) y el mundo obrero. Nació en los años 50 gracias al impulso de un sacerdote (José María Llanos) y quedó después vinculada al SEU (Sindicato Español Universitario). Aunque sus orígenes eran obviamente franquistas y es de suponer que con ideales franquistas; al final el contacto de los estudiantes universitarios con el mundo  campesino, obrero y minero de la España de entonces; llevó a muchos de los estudiantes encuadrados en el SUT a pasar a un activismo político, ¡¡contrario al Franquismo¡¡. Lo que popularmente se entiende como “salida del tiro por la culata”.

Mi interés por este tema obedece esencialmente a unos recuerdos persales. Creo que era en 1968 cuando llegaron a Castropodame unos estudiantes, que siempre consideré que eran universitarios; un chico y una chica. Recuerdo que trabajaban en la era del pueblo. Era verano y entonces el trabajo era muy duro. Me parece que también daban clase a los que entonces éramos niños. Yo tenía 12 años en 1968. Fui a Madrid a estudiar en la universidad (Complutense) años después y lógicamente he vivido la evolución general de la sociedad española desde los años 60 del siglo pasado a la actualidad. Por ello el hecho de que por iniciativa del gobierno de España; se decidiese facilitar el contacto de los universitarios con los obreros, los mineros y los campesinos de los pueblos más diminutos (como Castropodame); me parece una idea digna de alabanza al margen de cualquier otra consideración política. Insisto en lo de la consideración política, porque yo  al margen de mis convicciones políticas pretendo escribir sobre ciencia y en concreto sobre historia en este caso.

En estos tiempos (dejando al margen eso si el grave problema del coronavirus), en los que si no se va de vacaciones a un lugar lejano y paradisíaco, ya parece que es todo un drama; aquel ejemplo del SUT es cuando menos sorprendente y en mi opinión una iniciativa digna de alabanza, aunque fuese obra del Franquismo. Hay que recordar eso si que en los años 70 (cuando yo era estudiante universitario), el concepto moderno de vacaciones no existía. Yo dejaba en verano la universidad (en Madrid) para ir al mi pueblo en León; a trabajar con mis padres en el campo. En buena medida creo que era lo que tocaba a muchos otros de mis compañeros-as de universidad.  No obstante el hecho de que unos estudiantes de la ciudad y de la universidad, se acercasen a los pequeños pueblos no a comer en pintorescos restaurantes, ni a visitar las playas, ni a otras similares actividades de ocio, descanso y placer; si no a conocer y compartir la dura realidad de campesinos, mineros y obreros, es digan de alabanza.

La labor del SUT

La documentación que  la Asociación de Amigos del SUT me ha enviado es abundante y todavía tengo que analizarla a fondo. Se refiere a la actuación en la provincia de León y en especial a la comarca de El Bierzo. Hay algunos documentos concretos fechados en Castropodame. En cualquier caso y en base a un análisis muy somero, yo creo que se centró en numerosas facetas todas ellas dignas de alabanza.

Además de trabajar en las fábricas, minas y en el campo; realizaron informes sobre asuntos tan importantes como la concentración parcelaria o las enfermedades del castaño. Asimismo conocieron de primera mano la realidad de la España más profunda. Como anotación personal apunto que recuerdo muy vagamente, que me sorprendió que uno de aquellos universitarios que estaba en casa de mis padres en Castropodame (ahora deduzco que su nombre era José Sanromá Aldea); no hablaba muy bien de Franco. En aquellos tiempos (parece según todos los datos que era el año 1968), no era frecuente al menos en público oír hablar mal de Franco. Mis padres eran labradores y no ocupaban cargo político alguno; pero al parecer consideraron su obligación invitar a aquellos universitarios a comer ó cenar el día en que les ayudaron en las labores del campo. Los estudiantes eran Inés Moreno García  y  José Sanroma Aldea.

Ignoro las razones por las que hasta ahora esa labor del SUT, se ha mantenido  casi olvidada. Yo pienso que por encima de cualquier ideología fue -insisto- una labor digna de alabanza.  Según se me ha informado los archivos del SUT, desaparecieron durante la Transición  y ahora se está intentando recuperar toda la información posible respecto a este tema que para bien o para mal forma parte de la reciente historia de España.

Los documentos que me ha enviado la Asociación de Amigos del SUT, pueden servir para hacer un análisis más amplio de la actividad del SUT en el ámbito de la provincia de León; pero el objetivo esencial de este artículos, es dar a conocer estas circunstancias de las que he hablado con personas de cierta cultura y que dicen no tener la más mínima idea del asunto. Es sorprendente. A ver si poso a poco van apareciendo noticias sobre esta cuestión. La imagen que adjunto, tomada de la Red, es una de las muchas que pese a todo existen sobre este tema.

Bembibre, 2 de octubre de 2020

Rogelio Meléndez Tercero

 

 

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