La complicada situación geopolítica mundial, unida a la fuerte inflación de los precios producida por las secuelas de la pandemia en países productores como China, han generado «una tormenta perfecta» en el precio de los combustibles, derivados del petróleo, o el coste de la energía eléctrica.
El Ayuntamiento de Astorga está sufriendo esta situación y se han puesto manos a la obra para reducir las facturas con un objetivo claro: ser más autosuficientes y promover la instalación de paneles fotovoltaicos en lugares municipales, el primero en tenerlos será el Pabellón.
«Desde mediados de año, ha aumentado la factura de la luz o del gas. Este situación no va a mejorar a corto o medio plazo, si la situación es grave en las casas más lo es aún en un ayuntamiento que tiene un centenar de suministros eléctricos y siete facturas de gas«, comenzó diciendo el concejal de Urbanismo José Luis de la Iglesia.
En abril de 2021, se sacaron a licitación los contratos eléctricos y de gas pero, desafortunadamente, la situación ya era cambiante y ninguna comercializadora se presentó a concurso por ello han de realizar reconocimientos extrajudiciales de crédito. Además, tampoco hay técnicos cualificados en la plantilla del Ayuntamiento que se hagan cargo del control de estas facturas.
Así, a finales de marzo de 2022, contrataron los servicios de la empresa Open Energy con el objetivo de controlar los consumos eléctricos o las potencias contratadas. Gracias a ello pudieron ver rápidamente los consumos o precios excesivos en los suministros.
El primer suministro eléctrico que llamó la atención fue el de la piscina: «En julio de 2021, se pagaron 2.700 euros de suministro eléctrico y en julio de 2022 pagamos 14.700 euros. Esto ocurrió porque en mayo hubo una renovación automática del contrato que teníamos y los precios se multiplicaron por cuatro, y con el mismo consumo pasamos a pagar esto».
Además del control de las facturas, también pidieron asesoramiento del control del consumo energético a la empresa Sistenef, con quien están estudiando la forma de reducir los consumos de la piscina y del resto de suministros contratados.
«Un informe ponía un escenario catastrófico: en 2021 se gastaron 45.000 al año en gas y 35.000 en electricidad y, con las nuevas tarifas que se iban a renovar, pasaríamos en 2023 a pagar 230.000 euros de gas y 155.000 euros en electricidad, es decir, pasaríamos de pagar 218 euros al día en 2021 a pagar 1.060 al día en 2023″, explicó José Luis de la Iglesia.
Ante esto, han diseñado una estrategia para poder continuar ofreciendo los servicios de la piscina municipal ya que entienden «que sería muy fácil dejar el servicio» pero creen que es «fundamental»: «Después de mucho trabajo, hemos conseguido firmar nuevos contratos que, aunque suponen un aumento respecto a los precios de 2021, son un gran alivio en comparación con el gasto previsto para 2023. En gas de los 230.000 euros previstos para 2023 hemos firmado un contrato por 105.000 euros (ahorro del 55 % y permanencia de dos años) y en electricidad pasamos de los 155.000 a 116.000 euros (ahorro del 25 % y permanencia de tres meses). Con este plan, abrir la piscina costaría 600 euros al día».
Pero desde el Consistorio quieren ir más allá, están trabajando en la reducción del consumo energético, intentando que el edificio sea más eficiente por ejemplo al sustituir las luminarias del baño por proyectores tipo LED de bajo consumo. Y ya han redactado un proyecto para la contratación de una batería de paneles fotovoltaicos en al cubierta del pabellón con una potencia de 50 kW. La previsión es que este proyecto salga a licitación en los próximos días y en abril ya contarán con una reducción importante del gasto eléctrico (ahorro del 35 %): «Tras la instalación del los paneles se gastarán 400 euros al día».
La instalación de estos paneles conlleva un gasto de menos de 50.000 euros.
Además, a medio plazo, pretenden realizar una reforma integral del edifico de la piscina, que es de 1975, para aumentar su eficiencia energética que consistirá en la sustitución de las instalaciones y carpinterías y la renovación de los corrimientos.
Desde el Consistorio hacen un llamamiento a los usuarios para que sean conscientes de que los servicios publicas tiene un coste: «Igual que en nuestros domicilios tratamos de ahorra cuando utilicemos servicios públicos debemos hacerlo de manera racional y sin despilfarros».
Otras actuaciones
Además de la piscina, quieren reducir el gasto de gas en tres lugares que consumen más de 50 kW/hora (Polideportivo, Colegio Santa Marta y el Teatro Gullón) en los que tratarán de negociar los contratos como en la piscina.
Otro de los lugares en los que ya han actuado es el Teatro Gullón: «Nos dimos cuenta de que la potencia eléctrica contratada estaba «excesivamente alta» (233 kW) y hemos visto, con un estudio, que no llegaba a los 80 kW. Esto va a permitir ahorrar cerca de 15.000 euros al año».
También van a actuar en los proyectores del campo de fútbol de La Eragudina para cambiarlos por iluminación LED «teniendo así un consumo menor y menor potencia contratada».
Esta misma estrategia la llevarán a cabo en la iluminación de los monumentos ya que cuentan con proyectores «antiguos, poco eficaces y que consumen demasiado».
Respecto a la línea de alumbrado de la ciudad son conscientes de que hay muchas luminarias que no son de bajo consumo pero están estudiando como sustituirlas y además están buscando formas de reducir el consumo general.
Todas estas medidas están subvencionadas por los Fondos Europeos Next Generation y que al precio que tiene la energía ahora «son amortizables en muy poco tiempo«.
«Debemos ser lo más autosuficientes posibles promoviendo actuaciones de paneles fotovoltaicos en los lugares municipales más adecuados y no ser dependientes de los bandazos del precio de la luz. Debemos aprobar una ordenanza de paneles fotovoltaicos», concluyó de la Iglesia.