El Agente Tutor de Astorga reclama la creación de un centro juvenil para que los jóvenes tengo un sitio a donde ir ya que en la ciudad “falta una alternativa al ocio de los jóvenes”.
El Agente Tutor es un servicio preventivo de protección de la infancia y es que la prevención es una palabra muy complicada de llevar a cabo: “Significa estar al pie del cañón, atento, vigilante, solicito ante cualquier problema que puedan tener los menores y así poder evitar algo peor. En conclusión significa estar ahí siempre, y eso no es fácil. Utilizando el lenguaje proverbial, más vale prevenir que curar, ósea, una prevención asegura un menor índice de delitos e infracciones, absentismo escolar y conflictos familiares”.
“Cuatro para cinco años lleva el protocolo de Agente Tutor en Astorga, y hemos tenido un poco de todo, algún mal sabor de boca y mucha satisfacción cuando te dicen ‘ gracias’. A veces se piensa que uno está ahí, por figurar….por……nada más lejos de la realidad. Estas porque te gusta, e intentas formarte en protocolos, en legislación, en todo aquello que te pueda ayudar en el trabajo del día a día”; explican.
“El agente tutor colabora y media en aquellos conflictos que se puedan dar dentro y fuera del aula, imparte talleres informativos en los coles e Instituto, a madres y padres sobre los peligros de las redes sociales, sobre el bullying, sobre la problemática de las drogas legales e ilegales……conoces las problemáticas familiares e intentas ayudar, conoces e intervienes en delitos o infracciones cometidas a o por los menores. Señala la Constitución Española que ‘Los poderes públicos deben actuar positivamente apoyando el avance de la colectividad hacia una sociedad más libre, igualitaria y participativa, que pueda ser una realidad plena en el futuro. Un futuro que pertenece, por definición, a los jóvenes, quienes deben participar activamente en el progreso social’. Los poderes públicos en esta línea y en otras ciudades con más o menos población han instaurado programas de juventud siempre rodeados de un denominador común, un lugar donde puedan ejercer su tiempo libre, continúan.
“En estos años me he dado cuenta que en Astorga falta algo, una alternativa al ocio de los jóvenes. El ocio usual más allá de las canchas deportivas, en horas nocturnas o de tarde, pasa por los bares o los parques, donde generalmente los menores se juntan con su grupo de iguales. Es ahí donde Astorga a diferencia de otras ciudades o poblaciones más pequeñas, no ofrece alternativas de ocio a los más jóvenes. Esa alternativa debe ser una alternativa en horarios y días de la semana donde los menores ejercen su ocio fuera de su familia, esto es, viernes, sábado y domingo por la tarde y por la noche. Se hace necesaria esa alternativa y tiene nombre, centro juvenil”, reclaman.
“El centro juvenil sería un centro tutelado donde no se pueda consumir alcohol, ni tabaco, y dónde puedan desarrollar su ocio los jóvenes con un profesional encargado de controlar e incentivar dicho ocio. En el centro juvenil se podrían ofrecer alternativas reales y eficaces a otra clase de tiempo libre que ya tod@s conocemos”, añaden.
“El presente escrito no pretende ser oportunista, en multitud de ocasiones he escuchado a madres y padres decir es que los chavales ahora no tienen dónde ir ni qué hacer. Quien sigue las redes sociales sabe, que ha sido y es, una demanda de la persona que subscribe este artículo durante estos años y da voz a todos los agentes sociales que trabajan en el mismo objetivo de protección a la infancia. Si alguien no ve suficientes motivos los ya expuestos, quizás con el problemón que tenemos con la despoblación, es labor de las distintas administraciones la de intentar fijar población y para ello destinar recursos. Qué bueno sería el empleo de tantos recursos utilizados para otros menesteres, en crear este centro para Astorga y hacerla así más apetecible para que las familias se quedan, y no ir y venir de otros lugares para solo trabajar o formarse aquí. Como conclusión he de decir que otros municipios han apostado por la juventud y por su infancia, y nadie les podrá negar, haber intentado crear un entorno mejor y más seguro para sus habitantes más jóvenes, muchas veces, los más olvidados”, concluyen.
