El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Astorga ha acogido el acto de imposición de la Medalla al Mérito en el Servicio a la Abogacía de Castilla y León al abogado del Ilustre Colegio de la Abogacía de León, el astorgano Ángel Emilio Martínez García, colegiado nº 80 y en la actualidad el más antiguo de la Provincia de León (63 años).
Familiares, amigos de profesión, representantes de los partidos políticos de la corporación, de las fuerzas de seguridad del Estado y eclesiásticos no se han querido perder el acto.
Julio Sanz Orejudo, presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León (CACYL), ha comenzado agradeciendo la presencia de los asistentes a este “importante acto” y la acogida de la ciudad para realizar este reconocimiento.
El alcalde Juan José Alonso Perandones ha destacado que Ángel Emilio Martínez es un abogado “de casa, familiar” y Fernando Rodríguez Santocildes, decano del Colegio de Abogados de León, ha señalado que el abogado astorgano “ha vivido la profesión con pasión, hasta el punto de transmitir esa inclinación por el derecho a tres de sus cuatro hijos”.
“Aunque ha ya podido tener alguna vez una sensación parecida al escritor Leopoldo Panero que dijo que siniestro es el oficio de escritor estamos convencidos, y a la vista está, de que su trayectoria personal y profesional le ha permitido disfrutar de una vida en plenitud“, alegó el decano.
Tras recibir la distinción Ángel Emilio ha tomado la palabra, recordando su vida profesional en Astorga, que comenzó en los años 60 y recordó que su padre, que era un prestigioso procurador de los tribunales, le dio las cuatro claves para la buena llevanza de un despacho, sea de abogacías o procura: “Honradez profesional, entrega al cliente, lealtad al compañero y respeto a los tribunales. Yo así lo he hecho siempre y eso me ha llevado a cosechar éxitos y también fracasos, pero de estos últimos he aprendido y mucho”.
“Se me ha impuesto esta medalla y este modesto abogado rural se pregunta ¿qué méritos ha contraído este abogado rural para recibir tan alta distinción? Creo que se ha sobrevalorado mis méritos pero se me ha concedido. Lo más importante que he logrado son dos cosas: la formación de una familia jurídica y la longevidad, que se traduce a la longevidad profesional, este es un don que Dios y la naturaleza me han dado, y lo he dedicado a hacer lo que siempre me ha gustado, el ejercicio de la abogacía. Comparto esta medalla con mi familia y la recibo con honor y prometo ostentarla con orgullo el resto de mis días“, concluyó el abogado, entre aplausos de los asistentes.
No pude asistir, D. Ángel Emilio, pero había representación familiar en la persona de mi hijo Jorge, que usted bien conoce.
Le di la enhorabuena en persona y desde este medio la repito. Mi más sincera enhorabuena y …. porqué no, a seguir dando guerra
Interesante, gracias.