Reportaje

Despoblación, SOS

Desde Bruselas a Astorga pasando por toda la escala de administraciones públicas el problema de la despoblación no es un tema de moda, es un problema en el que la provincia de León, eminentemente rural se juega su existencia
Imagen de archivo

Bruselas, la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente reivindica que las zonas despobladas tengan más fondos. La comisaria Corina Cretu dará a conocer oficialmente una propuesta legislatura que ha elaborado su departamento. La comisaria de Política Regional de la Unión Europea define las políticas para impulsar el crecimiento económico. Clemente presenta las conclusiones del trabajo sobre despoblación y envejecimiento realizado por los parlamentarios regionales. Desde Europa hay receptividad de aplicación de fondos especiales para esas zonas donde la despoblación es más sangrante.

Madrid, debate en el Senado durante el mes de mayo pasado. El PP y el PSOE hacen de la despoblación un arma política y no llegan a ningún acuerdo. La moción socialista no sale adelante pese a compartir ambos partidos que deben adoptarse medidas. Los populares afean el oportunismo y «la falta de voluntad de consenso». José Manuel Jiménez Morán, senador del PP, afirma que «debemos trabajar todos juntos para compartir problemas y soluciones. Defender a nuestros pueblos es una de las tareas más importantes».

Las diputaciones son otro elemento más en este debate y un eslabón más en el que se asienta la despoblación. Son en la teoría y en la práctica, los encargados de la política rural allí donde no llegan los grandes municipios y otras instituciones. Exigen tener voz en la estrategia contra la despoblación, reivindican su conocimiento del territorio y su experiencia de años en el medio rural para luchar ante el mayor desafío de la Comunidad de Castilla y León. Juan Martínez Majo, presidente de la Diputación de León afirma que «los pueblos somos la parte de la solución al reto demográfico». El presidente del CES de Castilla y León opina que «la solución a la despoblación se llama empleo y buenos servicios». Mientras, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones explica que «sin la financiación adecuada esta lucha es imposible».

En Castilla y León, casi el 80 por ciento de los municipios agrupan a un 12 por ciento de la población. Con ello queda reflejada la disparidad de ayuntamientos con pocos habitantes. Pero ¿y el empleo? ¿Cómo se puede lograr en un entorno rural? Los expertos hablan de la materia prima, esto es, los productos de cada tierra, el turismo y una serie de medidas económicas que animen a crear empleo e iniciativas de los emprendedores del entorno rural. Rebajar cuotas fiscales, créditos blandos…Otros piden que los remanentes de las diputaciones se utilicen íntegramente para la despoblación y algunos suman la atención a la dependencia, en un entorno de tercera edad, como uno de los grandes yacimientos de empleo. En Castilla y León hay 1.591 centenarios y en España más de 15.000 que superan el siglo de edad.

Otra de las medidas que se proponen son la ampliación de la infraestructura de internet al mundo rural. El mapa de sombras es enorme y la calidad en algunas zonas pésima. Pero no sólo la red es un reto a superar, las comunicaciones por tierra y ferrocarril adolecen en muchos lugares de inversión. Para el comercio de productos y mejora de servicios se necesitan carreteras y trenes. Un ejemplo de una lucha titánica ha sido la pugna de alcaldes de diverso signo político, esta vez sí, por lograr que la UE acepte en sus planes el corredor del Atlántico, que no figuraba en ningún plan. Galicia, Asturias y León podrán tener un tren de mercancías y personas rápido, de unos 200 kms hora que enlace puertos del noroeste de la meseta con las líneas que van a los centros logísticos de España y de Europa. Unas obras que no serán de inmediato, pero que al menos ya figuran como compromiso europeo. La linea Monforte-El Barco-Ponferrada-Astorga-León parece salvarse del olvido al que todo hacía creer estaba predestinada.

Mientras tanto, otro dato, la provincia de León ha perdido más de 34.000 habitantes desde el año 2011. La debacle demográfica no para mientras los políticos debaten. El Gobierno saliente de Rajoy y del PP, contaba en su presupuesto con más de cien millones de euros para combatir la despoblación. El candidato del PP a la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, afirma que «apostaremos por el mundo rural». Y su rival, Tudanca, compara los efectos de la despoblación con los de la gripe de 1918. El líder socialista augura que Castilla y León perderá 260.000 habitantes en la próxima década, la mitad de lo que pierda España.

 

 

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