El 2 de febrero finalizó el plazo que estableció el consejero de Sanidad de Castilla y León para dar contestación a las reclamaciones presentadas por el Colectivo de Médicos Funcionarios Interinos de la Comunidad, con cuyos representantes, algunos de la provincia de León, se había reunido el día 18 de enero en Valladolid. “Hasta el día de hoy este colectivo ha intentado contactar a través de la secretaría de la Consejería, en varias ocasiones, día tras día, sin obtener respuesta alguna por parte del consejero”, explican. Esta ausencia de contestación es interpretada por el colectivo como “una falta de atención y sensibilidad, sin precedentes, más cuando se trata de un compañero médico”, ante una problemática que prevén paralice en las próximas fechas la asistencia sanitaria en Atención Primaria, y que “producirá graves daños laborales y personales en la mayoría de los médicos”, según sus portavoces.
Debido a esta situación de “indefensión” ante la Consejería, los médicos funcionarios interinos han decidido afiliarse al sindicato Simecale, único que se ha comprometido a apoyar en su totalidad las reivindicaciones que plantean,y estudian las urgentes a tomar “ante lo que parece una negativa por parte de la Consejería para negociar cualquier tipo de solución”.
Su siguiente paso será solicitar una reunión con el consejero de Presidencia, José Antonio de Santiago-Suárez, responsable actual de sus contratos laborales de funcionarios.
Además, quieren dejar claro que no están en contra de la restructuración del sistema sanitario, “como se ha sugerido”, sino de la estatutarización “que implicaría una deslocalización de las demarcaciones, por los que muchos consultorios se quedarían sin servicios sanitarios (médico y enfermera), lo que implicaría la desaparición de la atención primaria en el medio rural, hecho que no parece importar tampoco a la Consejería”.
Por otro lado, resaltan que ante la próxima oferta estatal de empleo público, las autonomías limítrofes ya se plantean adelantar las convocatorias, con el claro objetivo de captar nuevos médicos debido a la falta de profesionales para cubrir los servicios médicos en los próximos años, evitando así la fuga de médicos a otras comunidades. “Esta es justo la posición contraria que parece tener el Sacyl, que pretende cambiar la situación laboral de miles de médicos para enviarlos al desempleo o a una precaridad laboral sin precedentes, lo que les obligaría paradojicamente a emigrar a otras comunidades autónomas”, manifiestan.
