Hace unos días la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago denunciaba píblicamente la destrucción de una senda de un kilometro del Camino de Santiago en la subida a Foncebadón para abrir un camino agrícola de cinco metros de anchura y recordaban, al mismo tiempo que, estamos hablando de un elemento B.I.C., Primer Itinerario Cultural Europeo y además, Patrimonio de la Humanidad. A esto se le llama Progreso y ya podemos dormir tranquilos porque esta hiperprotegido así que mantengamos la calma. Se preguntaban asimismo hasta cuándo las autoridades iban a seguir atentando con nuestros bienes culturales y patrimoniales.
La Junta, con la rapidez que le caracteriza cuando se hace eco la opinión pública, emitía al día siguiente un comunicado en prensa en la que vienen a decir que todo es legal, que cuentan con el visto bueno de Patrimonio y la ejecución de la Conserjería de Agricultura y que responden los trabajos a una Adecuación Viaria de una Concentración Parcelaria y todo, por supuesto, con la aprobación de los “técnicos”. Les faltó decir que estaba quedando todo chachipiruli y que lo hacen todo de una forma altruista por el bien de la humanidad. Igual están estudiando la instalación de semáforos y badenes para limitar la velocidad de los peregrinos que van como locos al andante.
Lo curioso del caso es que el objetivo de la concentración parcelaria es crear las infraestructuras necesarias para los miles de agricultores que hay en la zona. Un momento. Me acaban de comunicar que no hay tantos agricultores, más bien no queda casi ninguno y que, además, ya se ha comprobado en la comarca que estas Concentraciones no han servido para nada verdaderamente útil si exceptuamos la destrucción de elementos patrimoniales como pontones, pozos, etc. Se hicieron con 30 años de retraso.
Y nadie se ha dado cuenta hasta ahora; ningún particular, ninguna asociación cultural ni ninguna Junta Vecinal sabia nada, ninguna alegación al atentado cultural consumado. Y el Ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza ¿no tenía nada que decir?, ¿no sabía nada tampoco? ¿O es que les parece bien? Total si nos sale gratis porque hay una subvención, vamos a mirar para otra parte y sanseacabó.
El representante de la Junta me ha desarmado con sus explicaciones, nada que objetar que eso lo han dicho los “técnicos” y son gente muy preparada y eficiente. ¿Esos “técnicos” se han desplazado a la zona para estudiar in situ la magna obra ? ¿Han estudiado sobre el terreno la idoneidad de dicha obra? Yo también creo no es necesaria la visita, puesto que desde su despacho, con un cafetito, un ordenador y cuatro papeles mal contados es más que suficiente; unas firmitas más y los sellos reglamentarios de rigor y trabajo hecho. Todo legal.
Y en la cúspide, los políticos, esos santos varones que solo miran por el interés del pueblo, nunca por intereses partidistas o particulares y que además los hemos elegido nosotros como nuestros representantes. Y hacen muy bien por que saben que no tienen que rendir cuentas al pueblo porque el pueblo no las demanda. “Si dije “ocho” bueno pues ahora diremos que “ochenta”, ya verás como cuela”. Y cuela,cuela. Aquí se es de un equipo de fútbol para toda la vida y, si hay que morir con él, pues se muere, faltaría más. El triunfo del contrario es intolerable, inasumible y, sino, para eso tenemos al árbitro que seguro que se ha vendido. En la zona son equipos punteros el Atletico Gaviota y el Psoe F.C.
Y al final llegamos a los auténticos responsables que somos cada uno de nosotros que con nuestra dejadez permitimos que ocurran estos y otros atentados patrimoniales. Somos todavía capaces de armar un “San Quintín” por desplazar 10 cms. un terminero entre terrenos de particulares pero si un particular se apropia de un camino público ni nos inmutamos, parece que no nos incumbe. Y esto ocurre por la noción de lo propio, lo propio es solamente lo que es mío que para eso tengo mi escritura de propiedad; lo que es de todos, lo común, eso me es ajeno, no me da rendimientos, es superfluo. Si alguien osa mover una piedra de la pared de mi huerto se me llevan todos los demonios pero, si alguien destruye un pontòn de un camino ancestral (que tiene un valor patrimonial y económico por si mismo) vamos a estar atentos porque esas losas en el jardín de nuestra casa nos quedarán muy chulas.
“Las campanas y el pendón del pueblo son”. Y no podríamos ampliar un poco, se me ocurren las fuentes, los pozos, los pontones, los caminos antiguos, los cruceros, las arcas, los restos arqueológicos, etc.
Buscando modelos que nos sirviesen de ejemplo a seguir, se me viene a la mente una gran figura mundial como es Ghandi pero no me convence del todo. Creo que no hace falta irse tan lejos para tener un referente que funcione, que nos saque del ostracismo y la negatividad en la que estamos inmersos. Si en cada uno de nuestros pueblos existiese una Maria como la de Foncebadón, muchas Marías que además no se sintiesen solas y abandonadas otro gallo cantaría. Unas reacciones enérgicas y un buen artículo en prensa no deja indiferente a nadie. Si la prensa o televisión es a nivel nacional nos daremos cuenta que no estamos solos. Muchos seguirán mirando a otra parte y otros en el último momento se subirán al carro para obtener algún rédito pero, ya lo sabemos, no importa, lo que importa es que la campana no se bajará de allí. Y esa campana tenemos que convertirla en un símbolo, así se hacen las comunidades fuertes, indestructibles.
Un pueblo que se precie ya debería tener elevado un monumento conmemorativo de María la de Foncebadón, de su gesta, de su leyenda, de la lucha de unos pueblos por sobrevivir, de resistirse a morir de desgana. A tiempo estamos.
Desde Malpica de Bergantiños, refugio de maragatos
Maragato Amargato.
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