S. G. La tradicional fiesta del Cocido Maragato de la Casa Regional de León en Madrid celebró su 41 edición, ayer domingo, en el céntrico Hotel Wellington de la capital. “Puede parecer que la calidez de un cocido maragato, o la cercanía de la sede de la Casa en la castiza calle del Pez, contrasten con la cierta frialdad que supone un acto institucional en un lujoso hotel, pero cuando hay una reunión de leoneses tan altruistas como la que tuvo lugar el domingo, uno no pude evitar sentirse reconciliado y reconfortado con su tierra” declararon los miembros de la Casa de León.
Se entregaron varios reconocimientos de la Casa a personas y asociaciones de diversos ámbitos pero que comparten un importante nexo común: “enorme capacidad de lucha y trabajo por el interés general, algo que se presupone en la Administración, pero que lamentablemente no existe”, según los organizadores. “La labor de estas personas llega donde las instituciones no pueden o mejor dicho, donde no quieren llegar” explicó el responsable de la Casa de León en Madrid.
El primero fue para el GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña), uno de cuyos helicópteros tenía un trágico accidente recientemente en el municipio leonés de Maraña en el que murieron tres Guardias Civiles.
El segundo fue para la Asociación Promonumenta (Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural de León), “por su encarnizada defensa por recuperación, conservación y mantenimiento de nuestro patrimonio en todos los ámbitos, desde “facenderas” para limpiar monasterios, hasta las duras peleas con la Administración de turno”.
Otro reconocimiento fue para la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores, “una asociación que defiende los Concejos y Juntas Vecinales de León, formas de gobierno que han perdurado durante siglos, donde los habitantes conocedores de su entorno toman decisiones, y que ahora están en peligro por la llamada ‘Ley Montoro’, que podría suponer el fin de este germen de democracia participativa, tan necesaria actualmente”.
El cuarto reconocimiento fue para la Asociación Bodón, una unión de concejos para el desarrollo y defensa de la Montaña Central y Oriental leonesa, cuyo objetivo primordial es la lucha contra la línea de alta tensión Sama Velilla, “que dañaría de forma irreversible nuestros bosques y montañas, a través de 88 km de postes más altos que la propia catedral de León”. Su presidenta, Camino Alonso, contó de manera vehemente e ilustrativa cómo han defendido nuestro medio ambiente en Bruselas, donde otros países europeos quedaron maravillados con esos paisajes y pueblos.
El Cocido por tanto se convirtió casi sin querer, en un reconocimiento global en la defensa de
aspectos tan elementales como la sostenibilidad del medio ambiente, la conservación de la cultura astorgana y leonesa y la defensa de un sistema tradicional, participativo y eficiente de toma de decisiones. Si son aspectos tan elementales y necesarios para cualquier sociedad.
Precisamente ésta fue una de las ideas que defendió el mantenedor de la fiesta, el ex-baloncestista Antonio Martín, quien ejerció de leonés consorte y sorprendió gratamente a la audiencia con unas comprometidas palabras en relación a los premiados. Por eso la Casa de León volvió a ser un maravilloso punto de encuentro de esos leoneses por los que merece la pena seguir luchando.