SANIDAD RURAL

Casado recuerda la Plataforma Pro Sanidad de Astorga que no cerrará “ningún consultorio”

La consejera de Sanidad insiste en que el plan de ordenación quiere garantizar mayor calidad asistencial y dotaciones en zonas con alta dispersión
Foto de archivo: la consejera de Sanidad, Verónica Casado, se vacuna de la gripe con motivo del inicio de la campaña de vacunación 2019-2020

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, advirtió hoy a la Plataforma Pro Sanidad de Astorga y Comarca, que el próximo sábado, 2 de noviembre, ha convocado una concentración para evitar que el plan de ordenación de la sanidad rural sea un cerrojo para los pueblos, que van a lograr su objetivo. “Lo van a conseguir”, ironizó, “no vamos a cerrar ningún consultorio, ni vamos a sustituir a la enfermera por el médico”, insistió en Valladolid, minutos antes de vacunarse frente al virus de la gripe.

Casado explicó que el plan supondrá garantizar mayor calidad en la asistencia; nuevas dotaciones clínicas y tecnológicas en zonas con alta dispersión, y sistemas de interconsulta con los hospitales, con el último objetivo de mejorar la prestación. “No se va a quitar a nadie ni al médico, ni a la enfermera. No se va a hacer”, reiteró la consejera, quien dijo que le “alucina” la potencia de noticias y manifestaciones “falsas”, hasta el punto de provocar que la gente esté intranquila y salga a la calle por algo que no va a ocurrir, sentenció.

Respecto a cómo avanza el proyecto en la zona de Aliste, la consejera dijo que consta de tres fases y que en estos momentos se encuentra en la de diseño. Técnicos de su departamento mantenían a esas horas una reunión con los integrantes del Consejo de Salud esta Zona Básica para analizar modificaciones y aportaciones. De forma paralela, se trabaja en el plan de montaje, infraestructuras y cita previa. Cuando se ponga en marcha se conocerá su coste y la inversión del modelo, que se priorizará en zonas muy dispersas y que necesitan mejorar sus dotaciones clínicas e informáticas.

Un Ferrari

Por otro lado, preguntada por el presupuesto general de la Consejería de Sanidad para 2020, explicó que quiere que crezca hasta el siete por ciento del PIB y recordó que parte con un déficit de 830 millones de euros, por el desfase entre la previsión del gasto real y presupuestado, así como la deuda de años anteriores. En todo caso, batallará ante el nuevo Gobierno central, para que se reforme el sistema de financiación autonómica, de modo que tenga en cuenta el peso de la dispersión a la hora de prestar servicios.

“Tenemos una sanidad que es un Ferrari” que necesita mayor inversión, pero que es buena y garantiza que en Castilla y León y en España “nadie se arruine por tener un cáncer o una enfermedad rara”. El objetivo es preservar el sistema y mejorarlo, resumió.