“Con unas lolitas de esas -ahora hay muchas- que visten como zorritas,
con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda…”. ¿Es esto
arte o cultura? No. Es un fragmento extraído de una de las “ilustres”
obras del invitado estrella que visitará este viernes nuestra ciudad
para presentar su nuevo libro.
Hablamos nada más y nada menos del “ilustre” Fernando Sánchez Dragó, que
hace unos años aseguró haber mantenido relaciones sexuales con dos niñas
de 13 años en Tokio. Quizás la Concejalía de Cultura de Astorga no
encontró entre la infinidad de magnífic@s escritor@s y artistas de
nuestro país a un personaje más digno de pisar la Casa Panero.
Me pregunto en qué momento una concejalía liderada por una mujer
entendió que traer a semejante señor a presentar su libro podría ser
considerado como un evento cultural a la altura de la Casa Panero. ¡Qué
narices! En qué momento a alguien se le ocurre mediar palabra con un
personaje que presume de sus aventuras sexuales con niñas sabiendo que
la justicia no puede tomar cartas en el asunto. Una persona que se jacta
de esas aventuras con “zorrillas”, que al parecer es como se refiere él
a las mujeres sin ningún tipo de pudor.
Pero claro, es que según las propias palabras de este “ilustre” señor
“Las muy putas se pusieron a turnarse”. Y afirma: “Las delincuentes eran
ellas y no yo”. Unas niñas que probablemente fueron explotadas
sexualmente son las delincuentes. Él no. Él es un pobre señor de los
pies a la cabeza que merece todos los honores de una ciudad que entiende
por cultura ceder un espacio histórico a semejante personaje.
Ese señor mayor que cree que el golpe de estado perpetuado por Franco
era “necesario”. Ese señor “que teme a las mujeres”. Que es engañado por
niñas para mantener sexo, pero él es un santo. El no hizo nada. Solo
coqueteo con ellas y llamó a sus teléfonos el día siguiente del
encuentro (según se excusó hace tiempo después del aluvión de críticas)
pero “el teléfono era falso”.
¿Qué hubiese ocurrido si fuera de verdad el teléfono de la menor? ¿Cómo
podemos creernos una excusa que le saco del paso después de hacerse el
macho presumiendo de cómo le buscaban unas menores y él solo se dejaba
querer y toquetear? No voy a ponerle el adjetivo que me viene a la
cabeza a una persona que considero que no merece pisar la Casa Panero,
pero seguro que much@s de vosotr@s podéis intuirlo. Solo voy a dejar una
pregunta en el aire y un sentimiento muy amargo dentro de mí al ver como
mi ciudad realiza una jornada cultural colaborando con tal espécimen:
¿Por qué cedemos espacios y promocionamos personas ‘non gratas’ desde la
Concejalía de Cultura del Ayto. de Astorga?
No Mr. Macho, no es usted bienvenido. Ni mucho menos.
Ángela de la Torre