La compañía Azucarera anunció este martes que abordará una reorganización de sus instalaciones, centrando toda la producción de azúcar de remolacha en Toro (Zamora) y cesando la molturación en las fábricas de La Bañeza y Miranda de Ebro (Burgos), quedándose ésta última operativa como refinería de azúcar en el norte de España.
Fuentes de la empresa argumentan que “el objetivo es garantizar la sostenibilidad del negocio a largo plazo y recuperar su competitividad en el mercado”; y que “la decisión de concentrar toda la molturación en un único centro es la única manera de garantizar esa sostenibilidad y el futuro de la empresa. La hemos tomado tras un profundo análisis de todos los escenarios posibles”, señaló el consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero.
El anuncio de la multinacional AB Foods cae como un jarro de agua fría en la Comunidad, sobre todo en la comarca leonesa de La Bañeza, donde la plantilla asciende a 160 trabajadores, a los que se suman más de 1.300 puestos indirectos de empresas de mantenimiento, maquinaria agrícola, industrias auxiliares o ámbito financiero, entre otros. Esto ha generado críticas de la clase política, opas y sindicatos.
El alto ejecutivo de la firma explicó que se trata de “una reestructuración justificada por la confluencia de múltiples variables estructurales: unos elevados costes resultantes de mantener tres fábricas operativas; la volatilidad del precio del azúcar, intensificada por las importaciones procedentes de terceros países en condiciones de mayor ventaja; o la caída de las producciones de remolacha debido a la prohibición del uso de sustancias activas”. “Este proceso nos permitirá canalizar nuestro esfuerzo inversor en mejorar nuestra eficiencia y, en general, la operatividad de la fábrica, garantizando así la sostenibilidad de la compañía”, informa Ical.
Esta reestructuración conlleva la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo, justificado por causas económicas, productivas y organizativas, que afectará a 251 empleados de todos los centros productivos de la compañía, incluidas las oficinas de Madrid y Barcelona. Azucarera inició hoy el período de consultas con los representantes de los trabajadores y promoverá una negociación que “ayude a buscar soluciones efectivas y respetuosas con los afectados”.
Con esta nueva configuración operativa, Azucarera aseguró que “recuperará su competitividad y seguirá siendo el proveedor de referencia en el mercado ibérico”. Para ello, la compañía dispondrá de tres centros de producción de azúcar situados en ubicaciones “estratégicas”: Jerez de la Frontera (Cádiz) y Miranda de Ebro, próximos a puertos comerciales, y Toro. Además, seguirá contando con dos centros de envasado, uno en el norte, en Benavente (Zamora) y otro en el sur, en Jerez de la Frontera.
La empresa producirá azúcar la mayor parte del año en el sur y, ahora también, en el norte de la Península con la refinería de Miranda de Ebro, y realizará, además, la campaña de molturación de remolacha en la fábrica de Toro. “Esta restructuración nos permitirá ser más eficientes y competitivos, al tiempo que seguiremos suministrando azúcar al mercado con agilidad, manteniendo los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria”, destacó Rivero.
“La molturación de toda la remolacha del norte en Toro nos permitirá reducir costes de estructura, gracias a la concentración de toda la producción en una sola fábrica, nos ayudará a ser más eficientes y a dedicar más recursos a mejorar la agronomía del cultivo. Seguiremos al lado de nuestros remolacheros como hasta ahora y trabajaremos para mejorar la rentabilidad de la remolacha frente a cultivos alternativos, a la vez que garantizamos la continuidad del negocio y la estabilidad del empleo”, afirmó el consejero delegado.
Reacciones
Durante toda la jornada se han sucedido las reacciones a esta decisión. Por la tarde, tras reunirse con los trabajadores, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, pidió a Azucarera que “reconsidere la situación” que le ha llevado a plantear una reorganización de sus plantas y que plantee “una alternativa que garantice el empleo y la actividad económica y agraria vinculada”.
Además, esta situación fue motivo de un debate mantenido en el pleno de las Cortes con el portavoz de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), Luis Mariano Santos, en el que el jefe del Ejecutivo aseguró que la Junta rechaza la decisión de la empresa “de plano” y que los delegados territoriales de la Junta ya se reunieron con los comités de empresa de las plantas de La Bañeza, Miranda de Ebro y Toro para conocer la situación.
“Nos hemos reunido con la empresa y con el comité”, defendió Mañueco, que aseguró además que representantes de la Junta pretenden reunirse con miembros del Gobierno de España “para saber sus planes de futuro” y pedirles “que sean los máximos garantistas de los derechos de los trabajadores”, de los que aseguró que la Junta va a estar “al lado”.
Además, añadió que la situación que atraviesa el sector del azúcar se debe a que “cuando se habla mal de un producto, como hizo el Gobierno de Sánchez, luego ocurren estas cosas”, a lo que se añade que “la política mundial hace que se complique esta situación”.
“Escasa proactividad” de la Junta
Sin embargo, Santos replicó que el de hoy es “un día muy triste” para la comarca de La Bañeza, que aseguró que sufre “un plan orquestado en una provincia cansada de perder futuro” al quedarse sin la planta de uno de los “sectores estratégicos” que, sin embargo, acusó de encontrarse en crisis por “culpa de los gobiernos: el de aquí, el de Madrid y el de Bruselas”.
En relación a la Junta, lamentó la “escasa proactividad” del Gobierno autonómico ante el ERE planteado por Azucarera, que “no es aceptable ni asumible”, máxime cuando “no hemos visto ni notado el impulso de la Consejería de Industria o de Agricultura”, a las que afeó “que digan que se han enterado por la prensa cuando el comité de empresa se reunió con todos los grupos políticos”. “Eso solo indica que, o son unos mentirosos patológicos, o les da lo mismo” la situación de Azucarera en La Bañeza, porque “para reunirse con los trabajadores no han tenido tiempo hasta hoy”, cuando hay “más de 100 puestos de trabajo directos” en juego, lo que “hace pensar que les da lo mismo lo que pase en el sector y lo que pase en La Bañeza”.
En la misma línea se pronunció el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes, Pedro González, quien tachó de “indecente” el comportamiento de la Junta y de su presidente con los trabajadores de Azucarera y, en concreto, con los de La Bañeza, tras el anuncio de cierre de la planta. “Llegan tarde y mal”, sentenció.
González, que se reunió hoy en la sede del Parlamento autonómico con el secretario del comité de empresa de la Azucarera de La Bañeza, aseguró que “no tiene un pase” que Mañueco reciba hoy a los trabajadores afectados, “cuando se tiene conocimiento de la noticia de un ERE extintivo en la compañía desde hace más de 15 días”, informa Ical.
“Un auténtico desastre”
Como un “auténtico desastre” calificó el alcalde de La Bañeza (León), Javier Carrera, el anuncio de Azucarera. La decisión, recalca, afectaría no solamente a las comarcas del entorno y también a parte de Zamora, sino a toda la provincia leonesa. A la plantilla de 160 trabajadores, recuerda, se suman más de 1.300 puestos indirectos de empresas de mantenimiento, maquinaria agrícola, industrias auxiliares o ámbito financiero, entre otros.
“Son muchas las familias que tiene su proyecto de vida diseñado en torno a esta fábrica y también se ha invertido mucho dinero para modernizar los regadíos del cultivo para ser más productivos. Es incomprensible”, comentó en declaraciones a Ical.
Igualmente, el presidente de la Diputación de León, Gerardo Álvarez Courel, mostró su “total oposición” al cierre y exigió tanto a la Junta como al Gobierno central que tomen medidas “para evitar este despropósito y ataque a la provincia”.
En cuanto a las organizaciones agrarias, el anunció es una “pésima noticia” para Asaja Castilla y León ), “por la pérdida que significa para el sector agroganadero como por la pérdida laboral que implica, dos cuestiones fundamentales cuando lo que necesita el medio rural es empleo, riqueza y población”. La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) acusó directamente Associated British Foods de “especular” al pagar la remolacha “por encima y ahora por debajo”, y lamentó la ayuda de las administraciones a “empresas que no han demostrado su apoyo con hechos reales” como esta.
En cuanto a la parte sindicato, el secretario general de Industria de Castilla y León de CCOO, Miguel Ángel Brezmes, lamentó el anuncio de echar a la calle a 251 trabajadores en sus centros de toda España, de los que 193, dijo, están empleados en plantas de la Comunidad, con el cierre de la industria de La Bañeza, con 116 afectados, junto a 50 afectados en Miranda de Ebro, 26 en Toro y uno en Benavente. Brezmes rechazó “de forma contundente” los planes de Azucarera bajo una justificación de elevados costes por mantener tres industrias abiertas, y garantizó que desde su organización “usarán todos los medios” a su alcance para que se “revierta la situación”.
La misma posición mantiene la secretaria general de UGT FICA Castilla y León, Sandra Vega, que advirtió del “nuevo varapalo” para el medio rural y las empresas asentadas en los pueblos de la Comunidad. El sindicato mostró su repulsa y oposición a estas medidas anunciadas por Azucarera y su matriz primar.
“El futuro pasa por Acor”
Por último, el presidente de Acor, Jesús Posadas, destacó hoy que el futuro del sector azucarero pasa por la cooperativa radicada en Olmedo (Valladolid), la cual “defiende el cultivo de la remolacha y su rentabilidad por encima de todo”, que sea “estratégico, rentable y seguro en Castilla y León y Álava”, según las declaraciones recogidas por Ical tras la Asamblea General Extraordinaria, celebrada en la Planta de Tratamientos de Aceites y Oleaginosas, en Olmedo.
Posadas, que hoy fue reelegido como máximo responsable de la misma, consideró que la reestructuración de AVE Azucarera “no es buena ni para Acor ni para el sector”. “Estamos preocupados por las informaciones que llegan, pero la situación de Acor es muy distinta: tenemos solvencia económica que garantiza la rentabilidad del socio y 10.000 hectáreas sembradas que aseguran una campaña normal”, argumentó.
España importó el año pasado más de 800 millones de euros en azúcar. Aquí somos todo lo contrario a EE.UU España lo último. Llevamos 40 años destrozando el país. Eramos la octava potencia industrial, ahora cada vez más a merced del turismo, el resort de Europa. Un país de hostelería. Y todo con el beneplácito de Bruselas, otro pedrolo del 15 en nuestro zapato a sumar a los ya de por sí horribles políticos.