El Ayuntamiento de Valderrey ha puesto en marcha, por segundo año, tras el éxito inesperado del pasado curso, sus actividades de envejecimiento activo. Decenas de vecinos de veterana edad, y algunos de menos, esperan cada día de la semana la llegada de Conchi.
Una iniciativa municipal, con la contratación por discapacidad con fondos sociales europeos, que además de involucrar a la abundante población mayor de las nueve localidades pertenecientes al Ayuntamiento de Valderrey (Barrientos, Bustos, Castrillo de las Piedras, Carral, Cuevas, Curillas, Matanza, Tejados, Valderrey) se ha convertido en “un aliciente semanal para ellos”, además de tener un reflejo en las mejoras de calidad de vida personal y de cada uno de sus pueblos.
Así lo destaca con tanta humildad como orgullo Conchi Cuervo Brímez, educadora social que ha cogido las riendas de estas actividades. “El éxito se mide en salud, en bienestar, en diversión… y estamos seguros de que le quita trabajo al médico y preocupaciones a las familias”, explica. “Estoy infinitamente agradecida a los responsables municipales, a este Ayuntamiento que siempre están ahí, apoyando en todo lo que necesitemos”. Hacen talleres de reciclaje, pintura, baile o programan excursiones a spas o museos, entre otros.
Un motivo vital
Las actividades semanales son un auténtico motivo vital para los mayores participantes. Una dinámica alumna que supera los 80 años lo considera, por encima de todo, como “un punto de reunión, porque ¿dónde vamos, qué hacemos sin estos talleres, nos vemos sólo en misa y se acabó?”.
La responsable del programa admite que en muchas localidades, estas actividades regulares y en común han puesto fin a mucho tiempo de aislamiento social de algunos alumnos: “Ha habido momentos inolvidables, cuando personas de pueblos de la Sequeda y de pueblos de la Vega se han reencontrado en varias actividades, después de décadas sin verse”.
Y lejos de lo esperado, todos los mayores sin excepción se han volcado porque “son muy activos, tienen muchísima creatividad y son inquietos, no se les pone nada por delante”, asevera el alcalde, Gaspar Cuervo, entusiasmado con la aceptación de esta iniciativa, una más de las muchas sociales que se han impulsado en los últimos años.
Pone como ejemplo el año pasado, cuando los alumnos decidieron dejar patente su arte por los pueblos: “Me dijeron que querían pintar los bancos y les contesté que los operarios municipales acababan de hacerlo… pero ellos querían hacerlo con arte, llenarlos de colores, dibujar alegres motivos, escribir sus nombres; y que dejaran su impronta con dibujos de la paz, con siluetas de hojas de árboles cercanos, con ayuda de los niños… Fue algo muy, pero que muy especial”.
“Historias de vida”, memoria en Internet
Otro proyecto crucial en este tiempo tiene que ver con su aportación a la historia y la memoria colectivas. Se llamó ‘Historias de vida’, recuerda Conchi, y es una grabación para “dejar constancia para siempre de los pueblos donde se criaron, cómo vivían, con qué costumbres y trabajos”. Unas historias que hoy se pueden recuperar gracias a su publicación en Internet a través de Youtube.
Lo próximo que tiene en mente la animadora sociocultural de Valderrey, además de continuar con talleres de todo tipo de manualidades y artes, de seguir exprimiendo el reciclado de todo tipo de materiales, de seguir bailando a ritmo de La Gozadera o lo mejor de Enrique Iglesias, es un taller de poesía, porque “cualquier cosa vale, todo es trasversal, todo beneficia a la salud y da vida a nuestra gente y nuestros pueblos”. Cómo si no se explica que “algún alumno que se ha ido a su casa de Astorga, tenga como condición que le traigan todos los jueves para no perderse el taller”. Un ejemplo que lo dice todo en favor de una actividad social “de primera división”.