Mientras toda España asiste a la caída del PP a límites insospechados -casi nos recuerda a los resultados de la Transición- Astorga, una vez más, se ha mostrado fiel a ese ADN identitario que lo une a la derecha clásica. El socialismo sigue siendo la segunda fuerza y la voz más legitimizada de la izquierda de nuestra ciudad; otros deberían pensárselo antes de hacer una política destructiva y antidialogante. Extrapolar estos votos de unas elecciones generales a unas locales no es correcto, pero sí orienta por dónde va el sentir y el pensar de la ciudadanía.
En cuanto a partidos emergentes, esta vez sí, Ciudadanos parece que encuentra respaldo que necesitará en las locales para entrar al fin en la Corporación. Incluso VOX, la segunda gran vencedora de esta noche, acariciaría ese mismo objetivo. En todo caso, el “granero popular” en Astorga está de momento asegurado. Astorga, al revés que León, que Castilla y León y que España entera, sigue su propio camino.
Que pena de ciudad, volverán banderas victoriosa, desde el Valle a las llanuras, derecha pertinaz y esperpéntica. Da miedo!!.