Astorga ha sido testigo de la llegada de Alfonso Mora, un sevillano de 58 años, quien se ha embarcado en una peregrinación solidaria a lo largo del Camino Francés para recaudar fondos para la Asociación ‘Una vida para Mateo’. Esta organización se dedica a la investigación y tratamiento de una enfermedad rara que afecta principalmente a niños, entre ellos, Mateo, un niño de cinco años que lucha diariamente contra una mutación genética, la NEK8, que deteriora sus órganos.
Mateo nació en 2020 con una enfermedad ultrarrara que ha requerido numerosos trasplantes, como los de hígado y riñón, y que sigue sin contar con tratamiento ni cura. Su vida está llena de restricciones, rutinas estrictas y miedos constantes. A pesar de las adversidades, Mateo es un niño valiente, considerado por sus padres como un superhéroe, y su historia ha tocado el corazón de muchas personas.
Alfonso, quien anteriormente participó en una caminata solidaria por la atrofia medular espinal, comenzó su travesía el 1 de abril en Saint Jean Pied de Port, Francia, y está recorriendo los 800 kilómetros del Camino Francés, con la meta de llegar a Santiago de Compostela. Ahora , ha llegado a Astorga, donde continúa con su misión de visibilizar la lucha de Mateo y otros niños que enfrentan enfermedades raras.
El contacto de Alfonso con Sara y Óscar, los padres de Mateo, ha sido cercano a pesar de no haber podido conocerse personalmente aún. Juntos, han creado una campaña de apoyo con un eslogan y bandera identificativa, y se mantienen conectados a través de un grupo de WhatsApp. “Son unos padres muy normales y muy cordiales. Absolutamente entregados a la causa de su hijo”, comenta Alfonso sobre la dedicación de Sara y Óscar. Además, han abierto una tienda solidaria donde venden un cuento que narra la historia de Mateo, una labor que compaginan con las constantes revisiones médicas.
La campaña ha ganado visibilidad, sobre todo después de la entrevista de los padres en el programa “La Revuelta”. Los apoyos han crecido y, con cada paso que Alfonso da por el Camino, la esperanza de que la investigación avance para mejorar la vida de Mateo y otros niños como él se hace más fuerte. Cada mañana, Alfonso se calza las botas, recordando que su esfuerzo es solo un pequeño grano de arena para que estos guerreros continúen luchando. Como los propios padres de Mateo dicen, “ahora toca sonreír, ya habrá tiempo para llorar”.
La Asociación ‘Una vida para Mateo’ sigue trabajando para financiar investigaciones cruciales para encontrar tratamientos y curas. Para colaborar, se puede hacer una donación a través del Bizum ONG 06851.