Astorga, cambio de ciclo

Para la tranquila Astorga estos días son de convulsión política y social inusitada. Primero fue el intento de asalto por parte de un grupúsculo empresarial local a la Cámara de Comercio, uno de los símbolos de la zona. El actual equipo estuvo a punto de sucumbir, más por bisoñez, que por falta de apoyo, que lo tiene y mucho, por parte de la patronal astorgana.

Más tarde fue el cambio de liderazgo en el Partido Popular. El nuevo cabeza de lista y presidente local, Arsenio García, un hombre de consenso, está destinado a ser el primer alcalde de la Democracia por parte del centroderecha. Eso sí, si el emergente leonesista Pablo Peyuca no se les sube demasiado a las barbas tanto al PP como al PSOE. García tiene ante sí una resistencia silenciosa pero correosa de los que otro hora tuvieron dos ocasiones para ganar y no lo lograron, también apoyados por los mismos intereses empresariales. Un relevo con todas las bendiciones de Valladolid y León, incluso de sus compañeros de partido, pero con alguien que no se entera, o no se quiere dar por enterado, del relevo generacional realizado.

Los más ruidosos, mediáticamente hablando, han sido los socialistas astorganos. Todos hemos asistido a un pulso, casi en directo gracias a los medios digitales, entre los «históricos» y los actuales. Unos encabezados por el ex alcalde Juan José Alonso Perandones y la secretaria Ángela Rubio contra la alcaldesa Victorina Alonso. El final ha sido de traca: destitución de la Agrupación local y nombramiento de una Gestora desde León. Espadón y tente tieso. Para que luego se hable de los nombramientos a dedo de su competencia. Lo cierto es que en el PSOE los tiempos y las personas ya son otros, pudiendo tener o no razón en otros argumentos los defenestrados. Curiosamente, el mismo grupo empresarial vivió sus años dorados a la par que estos históricos gobernaban el Ayuntamiento.

ABC CyL

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