Homenaje

«Don Ángel González Álvarez fue un ejemplo de hombre que se hizo a sí mismo»

Este viernes Astorga homenajeó al profesor, rector y filósofo cepedano D. Ángel González Álvarez con la presencia de su hijo José María González
José María González, Arsenio García y Rogelio Blanco presidieron el homenaje a D. Ángel González Álvarez. / CCU

Este viernes en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Astorga, la ciudad homenajeó a D. Ángel González Álvarez. Este año se celebra el centésimo aniversario del nacimiento del profesor, rector, filósofo nacido en Magaz de Cepeda.

El alcalde de Astorga, Arsenio García, recordó la primera vez que oyó hablar de Ángel González Álvarez a su llegada como estudiante de pueblo a Astorga. En aquél momento le preguntó a su padre por la persona a la que daba nombre su colegio. «Mi padre me respondió que era un señor que había hecho mucho bien por la educación y la provincia. Siempre oí cosas buenas de él. Hizo mucho por los miles de alumnos que hemos estudiado en los centros que creó. Su presencia en la Dirección General de Educación fue muy beneficiosa para la provincia de León». Resaltó la «calidad humana» de D. Ángel que ayudaba a todo aquél leonés que se acercaba por la ciudad de Madrid, «más de forma especial, si estudiaban Filosofía o si provenían de su patria chica, La Cepeda».

El escritor Rogelio Blanco, resaltó la etapa filosófica de D. Ángel González Álvarez, que «era capaz de dialogar con clásicos y con modernos, ya que era conocedor de ambas corrientes. Esta postura intelectual abrió sus conocimientos metafísicos». El escritor hizo también hincapié en la parte menos conocida de D. Ángel, «sus textos en la educación, que son enriquecedores».

Según las referencias que ha ido recopilando Blanco, D. Ángel fue un profesor entregado, respetuoso, atento y dedicado a sus alumnos. «Y este afecto se incrementaba si el que se le acercaba era de León, ya ya se excedía si era cepedano. Con qué cariño y tratamiento les trataba D. Ángel si provenían de su lugar de origen. Era cuidadoso y ordenado en sus clases». También resaltó la generosidad de D. Ángel porque «promovió tantas instalaciones educativas que determinaron un tiempo y un porvenir de muchos leoneses».

José María González, segundo hijo del educador, asistió al homenaje que Astorga celebró a su padre. «Es para mí y para mi familia una gran alegría y un motivo de orgullo que mi padre sea recordado y homenajeado todavía 25 años después de su muerte». Dedicó su agradecimiento a todas y cada una de las personas reunidas para recordar la vida «de un paisano ilustre de esta tierra». Relató que su padre fue «un ejemplo de hombre que se hizo a sí mismo, quien partiendo de unos orígenes humildes llegó a ocupar cargos importantes en el desarrollo de la cultura española, de la filosofía, de la universidad, de la investigación científica en las más altas instituciones del Estado. Y ello sin olvidar sus raíces, su pertenencia a esta tierra leonesa que le vio nacer y en la que descansa para siempre».

El miembro de la Dirección General de Educación del Estado, tuvo una relación especial no sólo con La Cepeda, sino también con la ciudad de Astorga y con muchos pueblos y ciudades de la provincia de León. «En la casa tenía el agradecimiento de Astorga, y, aunque tres de los cuatro hermanos no nacimos en León, aprendimos a querer esta tierra». El hijo del ilustre cepedano recordó, también, las frecuentes visitas a Magaz de Cepeda y a Astorga. Y recordó a su padre como «un gestor eficaz en los cargos que ocupó, ya que multiplicó por cuatro los Institutos de Enseñanza Media en España».

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