La frenética actividad que se vive en el Ayuntamiento de Astorga no se recuerda desde los tiempos de Juan José Alonso Perandones en sus mejores épocas. El nivel de obras, pequeñas pero simbólicas, se ha acrecentado en estas semanas; la presentación de proyectos que estaban en la mente del alcalde y que necesitaban al menos dos legislaturas -truncadas por lo que ya se sabe- y los viajes o relaciones internacionales para una localidad pequeña como lo es Astorga es de asombrar.
Las personas cortas de mente se creen que viajar a Rusia, o como recientemente lo hará a China la concejala de Turismo, Silvia Cobos es por darse un gusto de muchas horas de avión y agendas de reuniones apretadas. Cuentan que la delegación astorgana lleva productos de chacinería, legumbres y dulces porque son lo que más le ha interesado a la delegación rusa cuando visitó Astorga. Y que en China captar touroperadores y agencias en ese gran país para que exista un conocimiento y reclamo de Astorga sería dar en la diana. No sólo de peregrinos vive la ciudad.
En otras localidades cuando los alcaldes saben que no repiten se lo toman a mal. Vemos transfugismo a lo largo y ancho de Castilla y León. Dimisiones o, simplemente, política de tierra quemada para el que venga, sin dinero y sin documentación o explicaciones. Eso, sea del color que sea, ya declaró Arsenio García en exclusiva para ASTORGA DIGITAL-DIARIO DE ASTORGA que no va a ser así. Habrá transición tranquila.
La afirmación no solo de peregrinos vive la ciudad, podría hacerse extensible a no solo de turismo y mantecadas.
Y en cuanto a la concejalía de exteriores que se ha creado esta legislatura, espero equivocarme, pero me temo que algún dia veremos todos, los de las luces cortas y los de las largas, el estrés que ha causado a nuestras ya de por sí debilitadas cuentas.