La democracia plena, que ahora todos disfrutamos, aunque no lo parezca, en la historia de España es algo reciente; y pese a las carencias que toda gestión pública conlleva, y a la existencia de irresponsables para con los bienes de todos, es un bien que tenemos que preservar, frente a los autoritarismos y como garantía de los derechos personales.
En la democracia, cada administración tiene sus competencias, y su capacidad económica. En lo que concierne a los ayuntamientos (más si son pequeños), limitadas en cuanto a las grandes dotaciones, e inversiones, y con gran dependencia de su entorno geográfico; el municipio astorgano, concretamente, en un área del oeste peninsular en franco declive poblacional y económico.
Si uno se fija en nuestras calles, comprobará la cantidad de locales o de pisos, en alquiler y venta; muestra de un acusado decaimiento, cuya expresión más palpable es, también, el descenso y envejecimiento de la población. Y, evidentemente, la carencia de oportunidades y puestos de trabajo que deparan la migración y no retorno de muchos jóvenes que preferirían quedarse en Astorga, la ciudad en la que han nacido, o bien vivido.
Facilitar la impartición de unos conocimientos, de una formación profesional, en los centros docentes, es un empeño al que me he dedicado, desde la alcaldía, con el máximo interés; para abrir horizontes a cuantos aquí se educan. Fruto de ello es que en Astorga hoy se tenga la posibilidad, como en ninguna otra ciudad de su tamaño en España, de, además de los estudios generales, cursar aprendizaje de idiomas y de especialidades musicales; y para los adultos de cultura general y los relativos a la Universidad de la Experiencia. Por otra parte, con las Escuelas Taller ofrecimos una formación en oficios, de resultados bien notables.
Es necesario informarse, saber qué podemos hacer ahora, qué se nos puede exigir, qué capacidad tenemos desde el Ayuntamiento para mejorar las condiciones de vida de los astorganos y el empleo. Para ello, con la ilusión de poner en marcha de nuevo la ciudad y los pueblos del municipio, hemos elaborado el programa de actuación para los próximos años, que estará al alcance de todos próximamente; en varios apartados se contemplan una serie de medidas, destinadas a los jóvenes, que serán, a buen seguro, objeto de discusión, pero que consideramos viables en el ámbito del gobierno municipal.
No hay varitas mágicas, pero que con un esfuerzo conjunto, bien planificado, y haciéndonos valer ante otras administraciones podremos remontar, empezar a salir del atolladero en el que hemos caído. En épocas anteriores la ciudad mejoró sustancialmente, se modernizó, y ahora ha de volver a ir unida e ilusionada. Y en este empeño somos necesarios todos, y, de especial manera, los jóvenes.
Te pedimos que ejerzas tu derecho democrático de voto, que acudas a las urnas para implicarte con el futuro de nuestra ciudad, y si estuvieras fuera no te evadas de este compromiso; pues la votación por correo es un trámite sumamente fácil y gratuito, y del que fácilmente te podrás informar.
Por nuestra ciudad, por su futuro.
Me alegra mucho saber que se cuenta con uno de los mejores programas de formación y empleo dirigido a los jóvenes. Se lo dice una persona que desde casi sus inicios no ha dejado de dirigir proyectos tos en la comunidad valenciana y que actualmente estoy haciendo la tesis doctoral sobre las Escuelas Taller.
Ayer precisamente estuve hablando con una persona ya adulta que fue alumno de una Escuela Taller en 1993 no le ha faltado trabajo, siempre ha estado trabajando en la especialidad en al que se formó en mantenimiento de edificios, electricidad y fontanería. Esa persona y todos los que participaron de aquella Escuela Taller.
Cualquier cosa que necesiten me tiene a su disposición.