Herrera y sus mujeres

No tiene suerte, no, Juan Vicente Herrera con las mujeres que elige como virtuales números dos o manos derechas de sus gobiernos regionales. Bien podría decir, como aquel viejo disco de Loquillo titulado: «Mis problemas con las mujeres».

Ironías aparte. Cierto es que el presidente de la Junta de Castilla y León ha demostrado en varias ocasiones tener buen tino, acordémonos de cómo con mano firme bajo guante de seda desplazó a la todopoderosa Isabel Carrasco hacia la política provincial; o lo acontecido con María Jesús Ruiz, consejera de Medio Ambiente, portavoz, vicepresidenta; y algunos casos más de consejerías a Cortes y viceversa.

Cabe decir que el PP en general, tiene estupendos cargos del sexo femenino muy capaces o más que los del masculino para desempeñar cualquier función que se les asigne. Sabemos de contados casos que, por aquello de cumplir cuotas de género, algunas féminas se ven beneficiadas en candidaturas. Algo a desterrar en el nuevo Partido Popular que se atisba y se reclama desde dentro.

Herrera, CarrascoRuiz

Foto Heras
Foto Heras

El último caso, el manido tema de Rosa Valdeón, era de manual su salida del importante y excesivamente mediático puesto que ocupaba tras el triste y lamentable suceso. ¿Mala suerte? Sí, mucha. Pero con la misma voluntad y coraje que ella siempre ha afrontado los temas, ella misma sabía que era una situación sin vuelta atrás. La Junta como institución y el PP como partido político, no podían hacer frente a un pulso contra la oposición política, contra los medios de comunicación y contra la lógica. El desgaste iba a ser mayúsculo e inútil. La ejemplaridad con la que se ha resuelto la crisis de Gobierno ha sido también de manual: rápida y pragmática.

De todos modos, la única incombustible al lado del presidente desde el primer día que se recuerde es Virginia Arnáiz, directora de gabinete. Algo tendrá el agua cuando la bendicen…

Publicado en ABC

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