¡Que vuelva Churchill!

Las tonterías no conocen fronteras. La tranquilidad es una virtud especialmente en los momentos más difíciles. Estamos viviendo momentos históricos. No precisamente buenos. Podría decirse que se trata de un telegrama lo anteriormente escrito. Pero, lo cierto es que deliberadamente he intentado transmitir el mayor número de información con el menor número de palabras.

Vaya barullo que ha preparado el Primer Ministro Británico y los británicos con su voto a favor de salirse de la Unión Europea. Como dice el refrán: “ Éramos pocos y…” bueno ya saben lo que sigue. En plena crisis económica y social nuestros hermanos británicos han decidido abandonar el proyecto europeo.

Cuestión que debemos tener en cuenta es que son isleños y siempre han tendido a encerrarse en sí mismos. Guardan como nadie sus tradiciones y el respeto por su pasado es total. Se puede afirmar que todo lo contario que nosotros. Según parece han sido las generaciones de edad más avanzada quienes han votado a favor de la salida. Precisamente aquellos que gran parte de ellos combatieron en la Segunda Guerra Mundial o sufrieron sus consecuencias por ser unos niños en aquella época.  Muchos no olvidan a una Alemania agresiva y expansionista.

Para un español es muy difícil entender que la mayoría de los británicos hayan decidido irse y abandonar a la familia europea. Quizás sea porque nosotros hemos recibido muchos beneficios de Europa. No parece que piensen así quienes han votado por ser “más independientes”. Los argumentos en contra de la Unión Europea son principalmente la pérdida de soberanía nacional, el hecho de que Gran Bretaña aporta mucho más dinero a la Unión del que recibe, la falta de control de las fronteras y por ello de la inmigración y finalmente porque a los griegos y latinos en general nos consideran un lastre para ellos.

Si yo fuera británico quizás quisiera volver a la Comunidad Económica Europea como muchos de ellos han puesto de manifiesto. Así se solucionarían en gran parte los inconvenientes que la Unión Europea tiene para los partidarios de una Gran Bretaña fuera de la misma. Estas personas quieren un club de los ricos europeos no quieren economías débiles como la griega o la española. Por ello no les puedo criticar.

Sí creo que tengo derecho a criticar el hecho de que los británicos nunca han estado plenamente en la Unión Europea, han mantenido su singularidad dentro de un proyecto que pretende una sola Europa unos Estados Unidos Europeos. Singularidad que les ha dado buenos réditos. Ahora está por ver si obtendrán más beneficios fuera de Europa. El tiempo lo dirá. De momento el nerviosismo se ha implantado en las Islas.

Problemas en principio resueltos o dormidos como la independencia escocesa o irlandesa han vuelto a renacer con fuerza. Londres ha votado por quedarse. En definitiva, la sociedad británica se ha dividido al 50 % cosa desconocida hasta hoy salvo en los peores momentos de enfrentamiento entre católicos y protestantes en tiempos de Isabel I.

Que la decisión de irse responde a criterios económicos no alberga duda. Los expertos económicos no se ponen de acuerdo sobre las consecuencias en este campo. El tiempo lo dirá. Pero, esta cuestión siendo importante para mí es secundaria. Lo realmente importante de la cuestión es que los británicos han abandonado a su familia europea en momentos difíciles. Para decirlo de forma más clara, es como si alguien tiene un cáncer y su marido o mujer lo abandona.

Europa camina irremediablemente hacia un único estado. No tanto porque exista una única voluntad, que es todo lo contrario. Ahí está el Frente Nacional francés o los neonazis alemanes y todo tipo de movimientos de extrema izquierda que quieren destruir el concepto Europa.

Si Europa camina necesariamente hacia la unidad es porque la dinámica mundial viene marcada por la tendencia a la desaparición del concepto de Estado Nación que cumplió con su misión durante siglos tras la Paz de Westfalia. La globalización obliga a los Estados que pretendan representar algo en el mundo  a unirse.  Estados de un tamaño y poder económico, comercial y militar inferior a la actual Unión Europea no tiene influencia en la toma de decisiones a nivel mundial. Por supuesto estas decisiones marcan el futuro de quienes las toman y de quienes no cuentan  para tomarlas.

Por todo lo anterior, por favor que vuelva Sir Churchill que tenía las cosas muy claras al respecto.

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