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Confieso que estoy perplejo.

Parece ser que al pasmo de las Azores, presidente de honor del Partido Popular, presidente de la FAES, ex-presidente del  Gobierno de España y tropecientas cosas más, lo ha pillado el carrito de Montoro.

Hay que reconocer que el Ministro de Hacienda, como se dice popularmente,  los tiene bien puestos, porque no todos se atreverían a meterle un paquete  a su ex jefe. Un paquete de 270.000 euros.

Aznar, por lo que se desprende de la información aparecida en todos los medios de comunicación, es un vulgar -presunto- defraudador. Un tipo que creó una sociedad, FAMAZTELLA,para facturar sus actividades profesionales y tributar así a través del impuesto de sociedades y ahorrarse un pastón.

Lo primero que se me ocurre es: ¡Qué original el nombre de la sociedad! Familia Aznar-Botella.

Sé que es una gilipollez, pero es algo que nos da una primera valoración del ingenio ilimitado del presunto.

Lo segundo que pienso es que están cayendo todos nuestros iconos de una forma escandalosa e inexorable:

Mario Conde, que vuelve a estar en el candelabro, símbolo del hombre hecho a sí mismo y al que los padres ponían como ejemplo de lo que debían hacer sus hijos.

Rodrigo Rato, ponderado como el mejor ministro de hacienda del mundo mundial, corresponsable del milagro español.

Rita Barberá, Imanol Arias, Bertín Osborne, Pedro Almodóvar… y, ahora, José María Aznar. ¡Por Dios!

La reacción del ex fue de libro: “No me puedo creer que los míos puedan hacerme algo así”.

Esta frase ya nos aporta algo más sobre la personalidad del individuo  y  viene a decir algo así: Pero este mequetrefe, con esa sonrisa de conejo, a quien yo  puse primero, de secretario de estado y, luego, de ministro de economía, que todo lo que es me lo debe a mí, que tendría que besar por donde yo piso, ¿cómo se atreve a meterme una multa y a ponerme en la picota de esta forma, a mí, que siempre he hecho gala de mi austeridad y decencia, que siempre he presumido de ser un fiel cumplidor de mis obligaciones fiscales, que he sido siempre modelo de conducta?

¿Con qué derecho  este personajillo gris arrastra mi nombre por el lodo diciendo que he cometido errores en mi declaración de la renta, a mí, que soy inspector de hacienda, que sé de esto más que Merlín el mago.

Pero ¿es que el mundo ha enloquecido y ahora se dedican a perseguir a personajes como yo, que he sido ejemplo de rectitud y valor, que soy amigo de Bush y de Tony “Bleeeer”, que saqué a España del rincón de la historia…?

Los romanos, que eran muy listos, y que ya sabían mucho de las debilidades humanas, acuñaron una frase que dice:

“Humana natura fragilis est”.

Que traducida al castellano viene a ser algo así:

¡Manda cojones!

 

  1. Cada vez me cae mejor Cristóbal Montoro.

 

 

 

 

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